La reforma del Museu d’Art i Història de Reus lo ordenará en dos grandes exposiciones
‘Reus, París, Londres. La capital del sud’ y ‘La formació d’una col·lecció d’art’ serán las líneas maestras en la renovación
La remodelación del Museu d’Art i Història de Reus, en la plaza de la Llibertat, se acompañará de cambios en cuanto a lo que se puede ver en su interior. La propuesta del Ayuntamiento pasa por configurar dos grandes muestras principales –con otras subexposiciones– que «den coherencia al discurso museográfico del equipamiento y, sobre todo, pongan en valor las colecciones, enfatizando la de arte».
Una de ellas, con el título provisional Reus, París, Londres. La capital del sud (segles XVIII i XIX), repasará «el periodo en que la expansión económica llevó a Reus a ser la segunda ciudad en población en Catalunya, a partir de industrias como la producción de aguardiente o textiles, y también con una notable actividad comercial que canalizó la producción agrícola de un amplio territorio, sin olvidar la llegada del ferrocarril», tal como detalla la memoria técnica. Ubicada en la planta baja, tocará, igualmente, el «asociacionismo muy potente» del momento y «la fiesta con grandes seguicis urbanos», además de «la aparición del movimiento modernista».
La segunda exposición, La formació d’una col·lecció d’art. Del segle XIV al XVIII, en la planta superior, también abarcará más de un ámbito. A falta de lo que marque el proyecto final, recogerá la ampliación del fondo durante la Guerra Civil mediante la labor de personajes como Salvador Vilaseca, Pere Rius o Joan Rebull, que rescataron piezas. Y reflejará el enriquecimiento del Museu con la incorporación de la colección gótica de Antoni Pedrol Rius, que «permitió añadir el relato del coleccionismo como herramienta de conservación y retorno al mundo público».
Refiriéndose a este esqueleto que se desprende de la memoria de la futura museografía, el concejal de Cultura, Daniel Recasens, explica que «teniendo en cuenta que se hará una reforma arquitectónica, esta debe tener presente la museografía y la memoria indica qué necesitaremos. Si tocamos el espacio, tocamos lo que explicamos». Así «habrá, a grandes rasgos, dos exposiciones, una del siglo XIV al XVIII y otra de los siglos XVIII y XIX», y estas darán lugar a «la reorganización de lo que tenemos». Recasens incide en que en la intervención en el Museu por fuera y por dentro «se busca la sincronía».
El director del Museu de Reus, Marc Ferran,☺valora que «existe una gran colección de arte y una gran colección de historia que nos explican a nosotros mismos», y precisa que «les daremos relevancia».
El planteamiento del Museu de Reus incluye soluciones tecnológicas y exige que el contenido esté pensado para diferentes perfiles de visitante, desde personas individuales a familias o escolares. El catalán es el idioma principal y también se empleará el castellano, el inglés y el francés. En el acceso al Museu se colocará un videowall que explique a quien entre lo que verá, y un vídeo repasará la historia de Reus entre los siglos XIII y XVII. Una serie de tótems exhibirán las biografías de personajes destacados.