La obra de teatro que todos deberíamos ver
‘Jauría’. El Teatre Bartrina de Reus agotó las entradas del espectáculo, que se estrenó hace ya cinco años en Madrid
Una actriz, cuatro actores, 5 sillas y un cubículo; y con solo elementos las emociones se multiplican y la sensación de rabia, impotencia, frustración, asco e indignación te recorren el cuerpo desde el primer minuto hasta el último, siendo espectadora de una violación grupal de cinco hombres a una mujer de 18 años. Y lo qué es peor, en esta ocasión la realidad supera la ficción porque el caso de La Manada existió, fue de verdad, pasó cerca de nuestras casas, golpeó a la sociedad, revolucionó a las mujeres y consiguió llevar el grito de «yo te creo, no estás sola» a todo el mundo. La obra Jauría de Teatro Kamikaze es eso, contar qué pasó esa noche del 7 de julio en Pamplona, los juicios posteriores a los cinco violadores y cómo se juzgó socialmente a la víctima, incluso obligándola a dar más detalles de su intimidad que a los propios agresores.
No se pasa bien, no estás cómoda sentada, mantienes el cuerpo tenso toda la función pero verla y vivirla, es un regalo. Cuando se apagan las luces y acaba Jauría se hace un silencio profundo, posiblemente lleno de dolor, y automáticamente arrancan los aplausos a unos actores y a una puesta en escena que lleva a los teatros del país la dura y cruel historia de la violación grupal de La Manada a una joven la noche de San Fermín. No se olviden de este nombre, Jauría, porque si esta vez no consiguieron entradas para verla en el Teatre Bartrina de Reus (porque literalmente volaron), busquen donde la programan porque es una auténtica maravilla.
En el escenario, cinco actores y una actriz, Ángela Cervantes, Artur Busquets, Francesc Cuéllar, Quim Àvila, David Menéndez y Carlos Cuevas; todos catalanes y con un acento sevillano espectacular que han trabajado de la mano del actor cambrilense Pere Navarro. Ella y ellos son la víctima y los victimarios, los jueces y la fiscal y cuentan magistralmente cómo fue esa noche en la que un grupo de depredadores sexuales deciden violar a una chica que, simplemente, había ido a Pamplona a divertirse con un amigo.
Jauría muestra todo lo sucedido en el caso; desde que ella conoce a los cinco, pasando por la violación en el portal, el juicio en el que ellos mienten y aseguran que «fue sexo consentido porque ella se lo pasaba bien y no insinuó parar en ningún momento», la revolución de las mujeres indignadas de todo el mundo y hasta que el Tribunal Superior de Justicia decide poner cartas en el asunto y mandarlos a la cárcel a los cinco por violación. Todo esto que en la vida real duró años lo resume en 90 minutos Miguel del Arco, quien ha dirigido el montaje desde la primera representación en Madrid y hasta y quien en un cubículo de poco más de un metro cuadrado, que simula el portal, nos hace espectadores de lo que pudo vivir y sentir esa chica a la que acorralaron, violaron y abandonaron de la forma más inhumana y asquerosa.
Jauría nació en 2019 y en Madrid consiguió, con el boca a boca, llenar todos los teatros. En Catalunya aterrizó el pasado mes por primera vez agotando las entradas y parece que ya por donde pasa hay que correr para conseguir una localidad. Se ha convertido en un fenómeno siendo una pieza de contenido moral y político que ningún espectador debería perderse. ¡Ojalá la vea mucha más gente, ojalá toque conciencias y remueva comportamientos porque es un excelente elemento para reflexionar sobre la sociedad actual. Una obra impresionante!