La histórica sastrería Casa Pujol de Reus se muda para reformar todo el edificio
La tienda se extenderá hacia las plantas superiores del número 37 de la calle Monterols, convirtiéndose en un inmueble comercial. El negocio ha cumplido 150 años
Casa Pujol ha abandonado, temporalmente, el número 37 de la calle Monterols de Reus. La histórica sastrería seguirá en activo, pero desde este mismo lunes, 3 de junio, y hasta otoño, lo hará desde el arrabal de Santa Anna, número 11, local que ocupó Stradivarius. El motivo del traslado es una intervención integral del edificio de la calle Monterols, excepto la fachada, obra del arquitecto Pere Caselles y que ya fue restaurada en 2006. El objetivo: convertir el emblemático inmueble en un edificio comercial de arriba abajo.
Tras cumplir el año pasado 150 años de historia, «daremos un giro» al negocio, explica Joan Llauradó Galofre, al frente de Casa Pujol. Y es que la tienda trascenderá la planta baja, con la idea de que un total de tres plantas sean de «pública concurrencia».
Más concretamente, Llauradó detalla que la planta baja y la primera serán para la ropa de hombre «y alguna pincelada de mujer», mientras que la segunda planta estará dedicada a los novios. Aquí es también donde estará ubicado el taller, en el que trabajan cuatro sastras. «El taller estará abierto, así que los clientes podrán ver cómo se trabaja», destaca Llauradó. Una forma de «poner en valor» un oficio cada vez más minoritario. En la tercera planta habrá almacén, tipo showroom, y en la última es donde habrá administración y contabilidad. Además, se abrirá un nuevo escaparate –en la calle del Vidre– y en el interior se recuperará un patio de luces de 16 m2 que había sido tapiado.
Joan Llauradó se muestra firme en apostar por su ciudad, Reus. Y es por eso que ha puesto todos sus esfuerzos en invertir y dar un nuevo aire más moderno a la histórica tienda de la calle Monterols, en vez de expandir el negocio hacia otras ciudades, «porque soy de Reus». Para él, dar un giro completo a la tienda es algo que va más allá del negocio en sí. «Es, de alguna forma, revertir en la ciudad, potenciarla. Este es de los ejes comerciales más bestias que hay», subraya.
Aunque la actividad permaneció en el local de la calle Monterols hasta este pasado sábado, las obras ya habían empezado en las plantas superiores, «y hasta el primer piso está ya todo derribado», detalla el propietario de Casa Pujol. Una vez realizado, este pasado domingo, el traslado hacia el arrabal de Santa Anna, los trabajos ya podrán empezar también en los bajos. La previsión es que esté todo listo en unos cuatro meses y que la nueva tienda vea la luz en otoño.
Desde 1873 y dos familias
El nuevo aire que Joan Llauradó quiere dar al negocio representará un salto en esta sastrería que remonta su historia a 1873, de la mano de Josep Pujol i Vilanova. Inicialmente, la sastrería estaba ubicada en la calle Galera, hasta que en 1892 se mudó a la actual ubicación, en la calle Monterols, 37. Fue en los años 20 del siglo XX que los caminos de la familia Pujol se cruzaron con los Llauradó, con la incorporación de Antoni Llauradó i Molas como encargado.
Posteriormente, en 1956, Joan Llauradó i Such (sobrino de Antoni Llauradó y padre del actual propietario, Joan Llauradó Galofre) empezó a trabajar en Casa Pujol, con solo 13 años, forjando, así, su futuro. En 1985, la viuda del último propietario Pujol traspasó el negocio a Joan Llauradó i Such, que siguió adelante la tienda, manteniendo el nombre de ‘Casa Pujol’ y su esencia.
«Son 150 años de un negocio ligado a dos familias», subraya el actual propietario. «En estos últimos años ha crecido, le hemos dado un aire más internacional», detalla, pero sin olvidar los fundamentos y bagaje de la familia Pujol que hay detrás de este negocio histórico.