La hermana de Mónica La Vasca: «O la enterró o la arrojó al pantano de Siurana»
Los Mossos detuvieron el martes al novio de la mujer desaparecida por los delitos de homicidio y ocultación de cadáver
La familia de la mujer que desapareció en verano de 2022 en La Morera de Montsant recibió el pasado martes la noticia de que el novio había sido detenido y enviado a prisión por los delitos de homicidio, ocultación de cadáver y maltrato físico y psicológico. «Siempre hemos sabido que el novio tenía algo que ver con la desaparición de mi hermana», explica María Jesús de la Llana, la hermana de Mónica –más conocida como La Vasca–, quien asegura que la familia no se ha sorprendido por la detención, «aunque sí que nos ha impactado, después de más de dos años y medio de espera. Sabíamos que la policía estaba trabajando, pero no conocíamos las pistas que tenían», añadía De la Llana.
A primera hora de esta mañana, los Mossos d’Esquadra se han desplazado hasta La Morera del Montsant (Priorat) para registrar la casa que compartían Carlos (el novio) y Mónica (la víctima) en el momento de la desaparición, en julio de 2022. La unidad central de personas desaparecidas y la policía científica se encuentran en el lugar buscando vestigios y pruebas relacionadas con los hechos.
«Sabemos que los móviles de ambos han tenido un papel claro en la investigación, y también que Carlos tenía algunos objetos personales de mi hermana», explica De la Llana, quien tiene poca esperanza de encontrarla con vida. «La esperanza es lo última que se pierde, pero la cosa no pinta bien. Como mínimo, le pedimos al detenido que hable y explique la verdad. Encontrarla o no dependerá de él y de sus declaraciones», comenta la hermana de la desaparecida, quien opina que «creemos que la enterró cerca de la casa o bien que la arrojó al pantano de Siurana».
Un alma libre
Mónica la Vasca nació en Irún, pero se mudó a Tarragona a los veinte años. En el momento de su desaparición, tenía 45 años y un hijo de 22. Era una alma libre sin un trabajo ni una vivienda fija.
El 21 de julio de 2022, Mónica había quedado con una amiga para comer en Reus. Quería ponerla al día de su vida y explicarle que no estaba a gusto en la relación que mantenía con Carlos. «Vivo con un chico que no se porta bien conmigo. Ya te contaré el jueves», le dijo, a través de un mensaje, dos días antes de desaparecer. La conversación nunca llegó.
La familia de Mónica empezó a notar que algo raro pasaba cuando, al cabo de una semana, operaron a su madre y la joven no se puso en contacto con ella. «Era principios de agosto cuando decidí mirar su última conexión de WhatsApp. Me entró un escalofrío, no se conectaba desde el 21 de julio», explica la hermana, María Jesús. Tampoco publicaba nada en Facebook desde hacía días, cuando Mónica prácticamente contaba toda su vida en redes. Saltaron las alertas. La familia decidió ir a denunciar la desaparición ante los Mossos.
«Te juro por Dios que te entierro»
A partir de ese momento, son muchos los amigos que se pusieron en contacto con la familia para explicar la mala relación que tenía Mónica con su novio. De hecho, la joven, días antes de su desaparición, entregó unos archivos de audio a un amigo por si acaso le ocurría algo. En los audios se puede escuchar una fuerte discusión entre ambos un mes antes de que se le perdiera la pista a Mónica. «Mañana te va a pagar mi puto padre. ¿Sabes por qué? Porque va a tener la suerte de poder pagarte él», le dice Carlos a Mónica en el audio. El padre de Carlos falleció hace años. En el mismo audio, el joven dice: «Como vuelvas a decir otra vez que te pego, te juro por Dios que te entierro yo».
Más de dos años después, los Mossos d’Esquadra detuvieron el pasado martes al presunto autor de la muerte de Mónica la Vasca. La policía sospecha que el detenido la mató la noche del 20 al 21 de julio, y después la enterró en una zona forestal cercana a la casa que compartían.