La Fundació Bara estudia crear un programa de apadrinamiento para niños

La entidad, que atiende a familias en riesgo de exclusión social, expuso la idea internamente en 2022, pero no acabó de cuajar. Este año la reformularán, pues sería otra fuente de ingresos

La Fundació Mossèn Frederic Bara i Cortiella de Reus estudia la creación de un programa de apadrinamiento para los niños y niñas que atienden en el Centre Obert. Esta es una idea que la entidad trabajó internamente el año pasado, junto con diferentes actores implicados en la causa solidaria, ya muy conocida en la ciudad desde hace años. El concepto, aun así, no acabó de cuajar tal y como había sido planteado inicialmente.

«La idea gustó, pero a la hora de ponerla en práctica, no se obtuvieron los resultados esperados. Este año, queremos replantearla para dar con la fórmula adecuada. Nuestra intención es crear una nueva fuente de ingresos para la fundación. Una vía en la que se pueda ayudar a los hijos de las familias en riesgo de exclusión social que atendemos», expone el miembro del patronato de la Fundació Bara, Felip Vidiella. La creación de un programa de apadrinamiento es una de las muchas ideas que han surgido en la Fundació desde que, en mayo del año pasado, el patronato de la fundación describiera su salud financiara como «infrafinanciada». Así lo indicaron al no estar seguros de si obtendrían la ayuda pública. Contaban con ella habitualmente para atender a las más de 100 familias de las que se encargan. Una vez supieron que no habían ganado el concurso público, la búsqueda de ideas no se ha detenido y han mantenido el servicio «como hemos podido».

«Encaramos el nuevo año con ganas de seguir trabajando, aunque con algo de incertidumbre, como es habitual. Tenemos cierta independencia económica, al menos un 50% está cubierto, aproximadamente, pero falta el resto, que es lo que teníamos asegurado antes», afirma el representante de la Fundació Bara.

Esta pasada Navidad, por otro lado, la fundación ha vendido lotería, ha repartido tarjetas de felicitación virtuales y ha impulsado una recaudación de fondos, en el marco del #GivingTuesday (conocido el día en el que se promueve la solidaridad) para reforzar el Centre Obert, «en el que se han añadido varios niños más últimamente».

Durante las fiestas navideñas, la fundación recibió, también, donaciones de varios entes, como de la Confraria dels Sants Just i Pastor, que reeditó su recogida de zumos saludables para los niños y jóvenes del Centre Obert. También se llevó a cabo un concierto y rifa solidarios en la Prioral de Sant Pere en noviembre, un acto que fue impulsado por la Cambra de Comerç de Reus, la Fundació Mémora y la Unió de Botiguers de Reus. La coral de la Universitat Rovira i Virgili actuó en el evento.

«Del concierto en la Prioral, obtuvimos más de 2.000 euros. Sea la cantidad que sea, toda ayuda es buena, nos ayuda a tapar agujeros. Todo lo que recaudamos, lo destinamos a los proyectos que desarrollamos con los niños y jóvenes, así como a las familias, a las que prestamos una atención personalizada», detalla Vidiella.

La entidad, de hecho, tiene habilitada la opción de Bizum para donaciones «ágiles y seguras» con el número 05329.

Mostrar los resultados al mundo

Trabajar su imagen y comunicar su tarea en el Centre Obert al exterior, es algo «en lo que estamos incidiendo, ya sea a través de la web como de las redes sociales que tenemos». De hecho, la entidad encuentra que es una manera «fácil y efectiva» para «mostrar los resultados al mundo». «Recientemente, la Fundació Bara ha publicado un vídeo en la web, en el que aparecen jóvenes que pasaron por el Centre Obert años atrás. Cuentan qué significó para ellos permanecer aquí unos años. Nosotros hacemos seguimiento de cada caso y en este clip, demostramos los resultados de su paso por aquí», destaca el miembro del patronato de la entidad.

El avance del vídeo, publicado en la página www.fundaciobara.org, se muestran a unos siete jóvenes que dan su testimonio, explican cómo les ayudaron en la fundación, cómo consiguieron sentirse «como en casa». «Me cuidaron muy bien» o «No sería el mismo» son frases que dejan entrever cómo de agradecidos están muchos de estos jóvenes. «Con este vídeo, queríamos dar a conocer lo que se les queda a los jóvenes que han pasado por, ya sea el comedor escolar social, las actividades de repaso o las excursiones y las actividades de recreo con valores. En la fundación acogemos, educamos e integramos», manifiesta Vidiella.

A modo de recordatorio, durante la rueda de prensa en la que el patronato de la Fundació Bara se mostró preocupado ante la situación de incertidumbre, a la espera de saber si optarían a la subvención, sus miembros expusieron que los gastos anuales de la entidad se situaban entre los 125.000 y los 150.000 euros y el grueso «se lo llevan los de personal». La necesidad, como dijeron y mantienen, «aumenta». La agrupación solidaria recordó por entonces que, en 2021, atendieron a 125 niños y «la mitad eran adolescentes», terció la tesorera Isabel Domingo. Sobre la cifra de familias necesitadas con niños, la directora Sor Mertxe Martínez dijo que «varía», porque hay altas y bajas a lo largo del curso, pero que, visto en perspectiva, les preocupaba: «En cinco años, pasamos de atender a 60 niños a 125, y tenemos –al menos en mayo de 2022– 100 en lista de espera, hacemos una criba muy cuidadosa». La situación que vive Ucrania ha sido otro factor que ha agravado la situación.

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