La campana Petra de la Prioral de Sant Pere cumple 450 años
Còdol Educació acerca la historia oculta de uno de los elementos más infravalorados del colectivo cultural de Reus
Uno de los sonidos más característicos de Reus es sin duda el de las campanas de la Prioral de Sant Pere. Estas forman parte del imaginario colectivo reusense desde hace siglos, pero pocos saben la historia que esconde la campana Petra, la más antigua de todas, que cumple 450 años.
Para celebrar esta efeméride, desde Còdol Educació, en colaboración con la Fundació Privada Reddis, han arrancado una campaña de divulgación con el nombre ‘Celebrem 600 anys’. Este título aglutina tres aniversarios, como indica Maria Adzerias, miembro de Còdol Educació, «queríamos juntar, por un lado, los 450 años de Petra, el centenario de la muerte del arquitecto Domènech i Montaner y los 50 años de la defunción de Pau Casals». Añade respecto a la campana que «estamos convencidos de que el patrimonio tiene siempre mucho que explicar, nos cuenta de donde venimos y también hacia donde queremos ir».
Según Adzerias la actividad «complementa, juego y aprendizaje, tanto para pequeños que se acercan con el colegio como para gente mayor, que viene los fines de semana». Uno de esos ejemplos es una maqueta interactiva para los más pequeños, con la que aprenden a medida que construyen una réplica de la Prioral, los pilares y su estructura.
«Es difícil escuchar un sonido con 450 años de historia. La campana Petra tenía un papel fundamental en la vida de los reusenses, incluso había un código para cada campanero», describe Adzerias. Miles de personas han pasado desde el 2011 en visitas a distintos espacios de Reus. Respecto a la mejora de las instalaciones, Adzerias dice que «hemos hecho mucho trabajo poco vistoso, pero que ha dejado en perfectas condiciones el campanario» cierra. El nombre de Petra viene de sus dos principales benefactores. La campana, de propiedad municipal, adaptó el nombre de sus dos mecenas, Pere y Clàudia para acuñar su nombre.
Como explica Jesús Martínez, escritor y ponente de la conferencia, «en la celebración del Corpus de 1870 la campana sale de sus anclajes. Aunque se intentó arreglar fue necesaria la creación de una nueva». En el 1973 el Ayuntamiento aprobó la creación de la actual campana, hecho que ya se documentó en los periódicos de la época: «el artefacto fue obra de la familia Pomerol. Estos, con mucha tradición, tienen su obra repartida por todo el territorio».
El día de la instalación fue un evento esperado por toda la población reusense, explica que «la comitiva salió de la fábrica en la Carretera de Castellvell, en un carro, acompañado de una banda de música». La ruta no finalizó ahí, también hizo el conocido ‘Tomb de Ravals’, bajó el Carrer Monterols. Martínez destaca el trato que se tenía durante esa época a las campanas: «eran muy importantes para la vida de la gente, eran tratadas como una persona más. Se las bautizaba, con sus correspondientes padrinos y nombres, además del ritual con el agua bendecida».
Campana municipal
El enorme instrumento metálico era de propiedad municipal, aunque se encontrara en un espacio religioso. Según apunta Martínez, esto era «un hecho común, para abaratar costes, aunque actuaban de manera independiente. Otra función era la de marcar las horas, la gente no tenía reloj».