Historias empresariales con ADN reusense
Joan Antoni Domènech analiza el carácter de Reus a partir de sus empresas
Reus siempre ha sido una ciudad con un carácter empresarial marcado. Durante siglos, diferentes personalidades han desarrollado negocios de automovilismo, petróleo, café, muebles o hasta conos de helado.
Todas estas historias, con sus éxitos y fracasos, las ha plasmado Joan Antoni Domènech en su obra Històries empresarials de Reus. Con 41 relatos, el autor destaca que la premisa de creación del libro surge a partir de una pregunta: «¿Por qué Reus había sido un punto de referencia empresarial?».
El interrogante dio pie a una investigación exhaustiva y que, en el primer capítulo, empieza a trazar la hoja de ruta del recopilatorio. «Las dificultades han hecho grande la ciudad. Su posición geográfica ha forjado su ADN tan característico», comenta Domènech, que apunta que «pese a su gran volumen de población, no tiene una fuente de agua ni dulce ni salada cerca». Vincula este hecho, en apariencia inconexo, con ese carácter, igual que la falta de servicios administrativos, todos concentrados en Tarragona.
«Esta es la parte negativa, aunque con consecuencias directas como la facilidad para explorar nuevos mercados y la necesidad de crear iniciativas corales», valora Domènech, que considera una constante este último hecho a lo largo de los siglos.
Uno de estos ejemplos es el Hotel Gaudí, impulsado en un inicio por 37 accionistas. «Los empresarios de Reus, con excepciones concretas, siempre han buscado el entendimiento y la colaboración», llegando a acuerdos con otros activos de Tarragona, Salou, Barcelona o Madrid, cuenta Domènech.
«La facilidad destruye los proyectos», sentencia, y dice que «estas dificultades constantes en Reus obligan a buscar soluciones, que pasan por facilitar también la vida a la gente». Como la creación de un canal, para poder tener una fuente de agua en la capital del Baix Camp sin depender de otros municipios del Camp de Tarragona.
Uno de los casos más representativos y al que Domènech dedica más espacio es el de los hermanos Recasens. Impulsores de la empresa de petróleo CAMPSA o del Banco Exterior de España, el autor los define «como el caso más notable y representativo de todos».
Destaca su capacidad de convertir el riesgo y la aventura en motivación para gestionar, creando la primera gran refinería en todo el país. Eduard y Francesc dominaron el monopolio de este combustible fósil, en parte gracias al mecenazgo de Evarist Fàbregas, que es otro de los protagonistas y personaje recurrente en más de un capítulo.
Un libro de éxitos y aprendizajes
«Cuando hay tal cantidad de iniciativas, también hay más probabilidades de que las cosas no salgan bien», puntualiza Domènech. El autor relata cómo algunas empresas no prosperaron por distintos motivos, aunque asegura que «realmente el contexto reusense es único, y ejemplos como la búsqueda del agua refuerzan esta realidad que ha marcado Reus».