«Hay turistas en Reus casi todo el año, pero la mayoría está de paso»
El sector reclama más eventos para aumentar las estancia en los alojamientos, que ahora es de una o dos noches. El consistorio trabaja para atraer perfiles culturales y deportivos
«Reus no es una ciudad vacacional, nunca lo ha sido. Las estancias de los turistas son de una o dos noches, no más. Es raro que reserven una semana en un hotel para pasar sus vacaciones. Y no es que Reus no lo merezca o no sea atractivo, simplemente es que los visitantes prefieren un hotel en la costa, en la playa, y van a Salou, Cambrils o PortAventura y aprovechan su estancia para visitar Reus», explica Magdaleno Pareja, representante de los hoteleros de la ciudad en la Associació d’Empresaris d’Hostaleria de Tarragona (AEHT) y director del hotel Reus Park.
En la capital del Baix Camp hay siete hoteles –con un total de 435 habitaciones–, unos 260 apartamentos turísticos registrados y ningún camping. «Según nuestros datos, en Reus hay unas 1.000 camas en hoteles, mientras que en Tarragona hay unas 2.300. El tema de los campings es más normal que no haya, habitualmente, en los núcleos urbanos de interior no hay –en Tarragona están en el litoral–», sostiene Berta Cabré, presidenta de la Federació Empresarial d’Hostaleria i Turisme de Tarragona Província (FEHT), que incide en que el hecho de que Reus esté tan cerca de Salou, Cambrils y Vila-seca –entre los tres suman más de 86.000 camas en hoteles, campings y apartamentos– «provoca que la oferta de plazas hoteleras no sea la que le tocaría por el tamaño de ciudad, ni por su potencial turístico».
¿Es Reus una ciudad de paso para los turistas? Las cifras así lo indican. La estancia máxima en sus hoteles, en 2022, fue de 2,5 días en agosto. El resto del año, salvo mayo (2,4), noviembre (2,2) y marzo (2,05), está por debajo de los dos días. La ocupación media es de en torno al 70%. «Como comentaba antes, solo hay 1.000 camas, así que los visitantes se ven obligados a pernoctar en otra ciudad cercana. Obviamente, muchos de los que se alojan en poblaciones costeras de Tarragona van a pasar el día a Reus atraídos por su potencial comercial y el Modernismo», afirma Cabré.
«Aquí tenemos turistas casi todo el año, pero el de proximidad duerme en su casa y el de fuera viene temprano, come aquí, por la tarde visita la ciudad y, como mucho, cena y se va. Supongo que es también porque los hoteles de aquí no tenemos ese atractivo para que los clientes se planteen estar aquí tres días. Somos hoteles de paso y lo sabemos», añade Parejo.
Reus es un complemento de lujo para el conjunto de la Costa Daurada, por su gran potencial patrimonial, comercial y gastronómico. «Todos los municipios son un complemento de otro municipio. Somos un destino único y muy completo. ¿Y lo mejor? Que todo está muy cerca. Los visitantes no vienen solo a la playa, se mueven por el territorio», asegura.
Potenciar las escapadas
La concejal de Promoció de Ciutat, Montserrat Caelles, destaca que una de las líneas del plan de acción municipal tiene como objetivo convertir Reus en «una ciudad de escapadas para aumentar el nivel de pernoctaciones». En esta línea, el consistorio llevó a cabo la campaña ‘Reus, una escapada genial’. «Nos ha servido para fidelizar al turista de proximidad, catalán y estatal. Para llegar a ellos, trabajamos con una estrategia de marca que nos ha posicionado como una ciudad para disfrutar», detalla Caelles.
El portavoz de los hoteleros, por su parte, reclama que se realicen más eventos a lo largo del año. «Siempre que hay competiciones deportivas nos frotamos las manos, tenemos el fin de semana lleno con deportistas y familiares. Nos va muy bien cuando es el campeonato de España de tenis en el Monterols, el de Catalunya de natación en el Ploms o el World Padel Tour, que se celebra a finales de este mes», manifiesta.
Gastronomía y derivados
También funcionan los acontecimientos culturales. «Cuando se hace el Trapezzi hay bastante gente en los hoteles, sobre todo el fin de semana. Sería importante desestacionalizar la temporada, para que el grueso no sea de junio a septiembre. La ruta modernista está muy bien, pero la gente que atrae no hace noche, aunque es verdad que los restaurantes sí trabajan mucho», comenta Pareja.
Caelles, en este sentido, señala que la tendencia del mercado pasa por captar visitantes, sobre todo de los segmentos cultural y deportivo, a través de acciones conjuntas a nivel territorial «aprovechando atractivos como la gastronomía y sus derivados –vermut, vino, aceite y avellana–, culturales como el Trapezzi o deportivos como la marcha cicloturista La Mussara-Reus. Este incremento de la demanda comportará, probablemente, la necesidad de la apertura de nuevos establecimientos hoteleros para dar respuesta a estas necesidades». En estos momentos ya se está construyendo uno en El Pallol.
Además, la edil destaca que la oferta hotelera local ha pasado de estar dirigida «básicamente a visitantes comerciales y de empresas a tener cada vez más peso para los visitantes con un interés por conocer la ciudad y el territorio. La puesta en marcha del Gaudí Centre, en 2007, también amplió el atractivo de la ciudad hacia otros perfiles como el familiar. Esta demanda creciente de otros tipos de turistas, como el cultural, el deportivo, el patrimonial o el de congresos, ha hecho que en los últimos diez años se haya doblado el número de establecimientos hoteleros.
Y todo ello, con la singularidad de que Reus es la puerta de entrada, a través del aeropuerto, de buena parte de los turistas que vienen a la demarcación. «No da solo servicio al municipio donde se encuentra, sino a una gran área de influencia. Muchos de los turistas que llegan al aeropuerto de Reus se alojan en la Costa Daurada y otros también van a Barcelona. También hay muchos turistas que utilizan el aeropuerto de Barcelona y se desplazan hasta nuestra provincia para pasar sus vacaciones», concluye Cabré.