¿Hay puntos inseguros en los campus de la URV?
La universidad ha puesto en marcha una prueba piloto para mejorar sus instalaciones
El campus Bellissens de Reus ha sido el escenario piloto de un proyecto para detectar puntos inseguros a los campus de la URV, con el objetivo de aplicar un urbanismo con perspectiva de género. Los estudiantes, PDI y PTGAS del campus reusense colaboraron para detectar puntos de mejora a partir de sus necesidades y experiencias en cuanto a la distribución de espacios y seguridad en el campus y su entorno. El objetivo de la actividad, organizada desde la Unidad de Igualdad y financiada por los fondos del Pacto de Estado contra la violencia de género, es localizar los puntos inseguros de los campus y de su periferia, en relación a los colectivos más vulnerables, para mejorar la urbanización.
Los estudiantes de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura (ETSA) recibieron formación sobre la importancia de trabajar con perspectiva de género en el urbanismo y participaron en una marcha exploratoria, junto con los otros miembros de la comunidad universitaria, para analizar colectivamente qué elementos físicos y sociales condicionan su percepción de seguridad. Todos juntos anduvieron por los puntos inseguros que los estudiantes detectaron en la formación, como son los pasos de debajo del tren, el puente que atraviesa la vía o los descampados del alrededor del campus Bellissens, entre otros.
Un proyecto global para aplicar el urbanismo con perspectiva de género en los campus de la URV
El campus Bellissens ha sido el primer espacio analizado de este proyecto aprovechando que está ubicado la Escuela de Arquitectura y que se trata de un campus periférico en la ciudad de Reus, por lo tanto, con puntos más vulnerables.
Después de las dos primeras fases, la charla por parte del colectivo “Punto 6” y la marcha exploratoria, los becarios y estudiantes en prácticas del grado en Arquitectura, Judit Vila y Sadibou Sow, ya están elaborando un informe que recogerá el diagnóstico y las recomendaciones específicas para el campus Bellissens. Posteriormente, se valorará la aplicabilidad por parte de la Universidad y de las administraciones competentes.
En paralelo, se trabaja para extender este proyecto en el resto de campus de la URV, principalmente los periféricos como el campus Sescelades, con el objetivo de realizar una o dos marchas exploratorias anuales. Mediante una convocatoria abierta, que gestionará la responsable de Igualdad de cada campus, el personal y el estudiantado podrán participar.