«Han quitado sitio a los coches, habrá atascos... y no pasa ni una bici»
Vecinos y negocios critican los cambios en la avenida de la Salle de Reus a raíz de la incorporación del nuevo carril para ciclistas. El Ayuntamiento busca alternativas para el acceso a la escuela
¿Qué debe ser primero, la bici o los carriles para que circule? Esa pregunta se hacen vecinos y comerciantes de la avenida de la Salle, donde hace poco se ha desplegado una nueva vía para ciclistas. La obra es parte de un proyecto de envergadura: la conexión norte-sur de Reus para acabar enlazando la estación de tren con la de bus, el campus de la URV, el hospital y el futuro apeadero de Bellissens. Su ejecución ha disgustado a muchos.
Quienes residen en la zona señalan atascos, escasez de aparcamiento y de áreas de carga y descarga o dificultades para los autocares a raíz de los cambios de movilidad. Y se quejan, igualmente, de que «todo esto se ha hecho y por aquí no pasa ni una sola bici».
El carril bici se ha construido paralelo a la acera, apartando hacia adentro la hilera de aparcamientos y suprimiendo uno de los dos carriles para vehículos a motor que tenía la avenida. «Suele haber mucho tráfico y han dejado solo un carril para coches, y los atascos se agravarán cuando vuelva el colegio, además de que nos hemos quedado sin contenedores cerca», señalan desde el comercio El Racó de les Flors, donde lamentan que «no hay lugar para la carga y descarga» y «al final, quizá tendremos que volar, porque no hay manera».
A Maribel Carmona, que trabaja en esa parte, le preocupa que «las ambulancias no podrán pasar si hay embotellamientos» y «la gente, los conductores, en general, no entienden lo que se ha hecho». Por otro lado, «los patinetes siguen subiéndose a las aceras porque están más lisas» y «si ya hay algunos que aparcan en el carril bici, cuando regresen las clases habrá colapso».
La casa de Juan Fuentes da a la avenida y, en este tiempo, ha podido ver que, de las obras, «no ha salido nada positivo». «Han quitado aparcamiento, los padres lo tendrán mal con el colegio y, mientras tanto, por aquí no pasa ningún ciclista», señala. Fuentes explica que «al estar las plazas de parking justo junto al carril bici, hay que tener gran cuidado al abrir la puerta del copiloto y es peligroso para todos», y «ni siquiera se ha señalizado bien para que se descifre lo que ha cambiado».
La redistribución «crea incomodidad e inseguridad», resume. Y lanza otra queja: «Al poner las plazas de motos sueltas al final de las de coches, a veces las tiran maniobrando porque no hay metros». «Y para ir a echar la basura hay que pasar a pie por el carril de las bicis», apunta.
Tampoco a Sorin Craciun, que tiene un taller de arreglos de ropa en la zona, le convence la solución. «No me gusta», expresa, y dice que «las bicis que hay, pocas, van por la carretera».
En otro negocio, Mon & Mar Pintures, la opinión es negativa porque «se ha quitado sitio al coche, habrá atascos... y no pasa ni una bici». La nueva movilidad «perjudica al pequeño comercio y no ofrece suficiente carga y descarga, más allá del gasto que habrá supuesto». «Al final, se pierde espacio y lo que te están diciendo simplemente es que no cojas el coche», concluyen desde el establecimiento.
La presidenta de la Associació Amics del Barri Fortuny, Pepita Roig, usa el autobús y se ha percatado de que los autocares «no tienen margen para girar y entrar en las paradas», cosa que implica que los pasajeros no se bajen directamente sobre la plataforma, «con todo lo que puede representar para alguien con movilidad reducida».
El Ayuntamiento estudia el tráfico
Consultadas al respecto, fuentes municipales inciden en que «la implantación de medidas para favorecer la movilidad sostenible y la pacificación implica intrínsecamente cambios en la circulación de los vehículos a motor y de los usos de la vía pública, a los que hará falta que todos nos adaptemos». Aun así, «se estudiará la circulación en este tramo por si hubiera que hacer cambios y reordenar la zona».
Las mismas fuentes detallan que «ya se han puesto en marcha reuniones con la dirección de la escuela La Salle para trabajar en posibles alternativas para mejorar el acceso de las familias en el centro escolar». Y, en cuanto a la seguridad de bicis y peatones, «el cordón de aparcamiento y de servicios protege el carril bici, y en este habrá señalización para advertir la prioridad que siguen teniendo los peatones».