Guaita, la primera alcaldesa: «Reus inicia un nuevo capítulo»
Investidura. Los votos de ERC y Ara Reus dan la mayoría absoluta a la socialista, que se describe como «idealista» porque quiere «cambiar el mundo» y «no desfalleceré en mi objetivo». Junts per Reus hará una «oposición constructiva»
Sandra Guaita se erigió ayer como la primera alcaldesa de Reus en el pleno de investidura y anunció que Reus inicia así «un nuevo capítulo». ERC y Ara Reus le dieron la mayoría absoluta. Junts per Reus pasó, por su parte, al bando de la oposición. Desde dicho partido, su portavoz, Teresa Pallarès, dijo que apostarían por una acción «constructiva» de cara al nuevo mandato. Vox compareció por primera vez en el pleno recién constituido, despertando alguna que otra crítica entre el público asistente a la investidura, y su presencia motivó, también, una manifestación contraria a sus valores en la plaza del Mercadal.
A propósito de que la alcaldesa fuera una mujer, la socialista destacó en su discurso, tras hacerse con la vara, que era algo que se había hecho esperar en Reus: «Desde 1979 hasta hoy, la capital del Baix Camp ha tenido 11 consistorios diferentes y seis alcaldes y ahora, por fin, una alcaldesa, la primera en la historia de la ciudad».
Guaita agradeció haber llegado hasta donde lo ha hecho, un cargo que considera un «reto» y un título que le genera «orgullo e ilusión», todo ello sin olvidar el «legado» de quienes la precedieron. Recordó a los que fueron alcaldes antes que ella y a los que lo fueron y estuvieron presentes ayer en el Saló de Plens, es decir, Josep Abelló, Lluís Miquel Pérez y Carles Pellicer.
«Nunca nadie consigue ningún reto solo, siempre es fruto de la suma de los talentos y esfuerzos que se consiguen los éxitos. Pero en el caso de las mujeres, esta suma se hace mucho más evidente y se convierte en una multiplicación», añadió Guaita, en el marco de una intervención que empezó siendo emotiva.
En su reflexión, dio las gracias al apoyo ofrecido por miembros de su familia –como sus dos hijos y compañero– e hizo mención especial a su abuela. Las concejalas que han pasado por el ayuntamiento en mandatos anteriores también tuvieron cabida en su coloquio. Fue el caso de Maria Tarragó y M. Assumpció Cuadrada, ambas del primer consistorio democrático (1979-1983), así como las primeras concejalas socialistas Misericòrdia Vallès y Lídia Martorell.
«Nunca nadie de nosotras ha conseguido avanzar sola, todo lo que hemos hecho siempre ha sido fruto de la suma de muchas de nosotras. Son miles las mujeres que han levantado la voz, han luchado y han defendido el derecho de la ciudadanía y la busca de la igualdad, donde también ha habido hombres», declaró Guaita.
La alcaldesa espera que «detrás de mí vengan mujeres de todas las condiciones, de todos los colores y de todos los orígenes, porque querrá decir que vivimos en una ciudad democrática y feminista». También se describió como «idealista», porque piensa que «podemos cambiar el mundo». Las personas que la conocen, sostuvo, «saben que no desfalleceré».
La política del pacto
Guaita entiende la política a través «del acuerdo y el pacto». Los retos de futuro son «muchos e intensos» y enumeró: «Calles limpias, aceras en buen estado, jardinería, seguridad, acceso a la vivienda, potenciación del transporte público, aumento de zonas verdes, etc.». Propuso pensar «en las pequeñas cosas», pero también pensar «a lo grande»: «Proyectar Reus, construir presente y futuro; aportar ilusión, transformación y cambio».
En el turno de palabra de los grupos municipales, se plantearon numerosos frentes de trabajo y desearon buena suerte a la nueva alcaldesa. Junts per Reus pasó formalmente a estar en la oposición.
La portavoz juntaire, Teresa Pallarès, aseguró que trabajarían haciendo una «oposición propositiva y responsable», que se ponían a disposición del equipo de gobierno si fuera necesario, porque ser concejal «es de los honores más elevados para un ciudadano, pero también comporta una gran resposanbilidad».
El portavoz de Vox, Julio Pardo (aunque empezó su intervención con el micrófono apagado), cuando lo puso en marcha, alcanzó a destacar que, en este mandato, se deben «incrementar los efectivos de la Guàrdia Urbana para combatir el índice delictivo de la ciudad, fomentar el acceso a la vivienda y dar ayudas para el alquiler, mejorar la vía pública para evitar que la ciudadanía se lesione y ayudar a las familias de los barrios». También incidió en el futuro del Mercat del Carrilet, preguntándose qué había sido de las «7.000 firmas en contra del traslado».
La portavoz de la CUP, Mònica Pàmies, hizo peticiones a los socios de gobierno: «Al PSC, que se desmarque de su partido madre y piense en Reus, que no externalice servicios, que cumpla con el Mercat del Carrilet y no lo reubique y haga un parque en los terrenos de Adif; a ERC, que no mire hacia Madrid, que vele por las zonas verdes y solucione el asunto de La Hispània; a Ara Reus, que la energética municipal sea para la ciudadanía y que vele por un buen servicio municipal animalista». Su oposición, acotó la cupaire, será «incisiva, insistente, minuciosa», y en definitiva, «un altavoz para la ciudadanía».
La portavoz del PP, Sílvia Virgili, hizo repaso de cómo su partido hizo precampaña y campaña: «Con pocos recursos, conseguimos hacer llegar nuestro mensaje y gracias a los más de 2.700 votos hemos podido volver al Ayuntamiento». Dicho esto, Virgili manifestó que harían una «oposición constructiva, velando por la eficiencia, con prudencia y sentido común» y que obrarían para fomentar una «mejor seguridad y rebajar la presión fiscal».
El portavoz de Ara Reus y socio de gobierno, Daniel Rubio, hizo gala de su experiencia en el Ayuntamiento durante dos mandatos, a pesar de ser un partido descrito como «anomalía democrática». Con «16 años de historia», agradeció el apoyo de sus votantes y prometió velar por un «gobierno robusto y firme». «Tenemos que trabajar en motores como el comercio, el turismo y la industria, como capital que somos», distinguió, no sin olvidar el potencial del aeropuerto, «del que queremos que haya vuelos los 365 días del año». También remarcó lo importante que será la llegada de la Estació de Bellissens.
La portavoz de ERC y socia de gobierno, Noemí Llauradó, describió el pleno de investidura como «trascendente» al ser una mujer la que ostenta el cargo y recordó que ERC podrá seguir trabajando en Reus «las bases de transformación que han asentado, en base a cuestiones como la movilidad y el urbanismo». El número 2 del PSC, Josep Baiges, tuvo un recuerdo para los difuntos Carmina Pozuelo, Raimon Ferré y Miguel Quero.