El Priorat raciona el agua: «Puede ser el golpe definitivo a la comarca»

La Morera de Montsant solicita cubas, Torroja prepara un ‘plan b’ y Falset espera el ‘ok’ para usar su nuevo pozo. Las bodegas, en jaque. El territorio llama a aplicar medidas excepcionales

«La situación empeora. Cada día llegan noticias de un nuevo municipio que tiene problemas con las reservas de agua: este fin de semana, La Morera de Montsant; y, ahora, tenemos la atención puesta en los cuatro del Topograpo. Y empieza la campaña de la vendimia y no sabemos si se podrá garantizar el acceso al agua a las bodegas –hay unas 180–, que mantienen cepas centenarias y son nuestro modelo económico y social. Tras tres años de sequía, esto puede ser el golpe definitivo a la comarca», lamenta Sergi Méndez, presidente del Consell Comarcal del Priorat.

La afluencia de turismo y propietarios de segundas residencias multiplica la población de algunos municipios de la zona y, con ello, la demanda de agua. «Es una de las épocas de mayor presión», señala Méndez.

Y pone como ejemplo el caso de Ulldemolins, de donde es alcalde: «Llegamos a triplicar la población y la gente también consume agua». El presidente del Consell Comarcal llama a las administraciones a «mirar el Priorat con ojos de excepcionalidad» en esta gravísima sequía. Y pide «medidas urgentes para solventar la situación».

Restricciones

En La Morera de Montsant y Escaladei el verano arrancó bien, aunque el Ayuntamiento llevaba unos días pidiendo mesura. El fin de semana, tal como avanzó RAC1, todo cambió. «El sábado recibimos el aviso de que no entraba agua en los depósitos y decidimos cerrar, y la población está siendo respetuosa», apunta la alcaldesa, Meritxell Martorell.

Ayer, el paso de agua de boca se abría de 8 a 11 horas, de 13.30 a 16.30 horas y de 20 a 23 horas. «Hemos empezado a gestionar cubas y esperamos tenerlas el jueves o el viernes», detalla Martorell. La Morera y Escaladei, que se enfrentan por primera vez a la falta de agua, intentarán pasar así hasta septiembre. «Somos un micropueblo teniendo que gestionar el macroproblema del agua», dice la alcaldesa.

«No podemos esperar»

En Torroja del Priorat, agosto ha sido difícil por la turbidez del agua, pese a que hace años se instalaron filtros. «Tenemos agua, pero la calidad es peor», detalla el alcalde, Joan Sentís. El depósito está cerca de la carretera, así que, si llegase a ser necesario, coordinar cubas resultaría más fácil.

Pero Torroja trabaja también en «un plan b: estamos poniéndolo todo a punto para captar agua directamente del río». En todo caso, Sentís pone el foco en que el problema viene de lejos: «Deben escucharnos. El tema del riego planificado para 2027 debe tomar carácter de urgencia y estar en 2025. Si no, la comarca se va al garete. Y toda el agua que va al Priorat vuelve al Ebre y lo que usemos no se notará».

En Cornudella de Montsant «se ha restringido el derecho de riego de los regantes del Siurana. En su cuenca hay masías y establecimientos que han quedado sin suministro de agua que usan de boca», concreta la alcaldesa del municipio, Meritxell Cardona.

Falset lleva desde junio en emergencia, pidiendo contención y empleando de cinco a diez cisternas al día. Espera el ok de los análisis de otro pozo. El agua que se usó para estos estudios también se ha aprovechado, indica su alcalde, Carlos Brull.

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