El paisaje Joaquim Mallafrè, un legado imborrable
La voz en off de Marta Mallafrè enciende los focos que alumbran el emblemático escenario del Teatre Fortuny, un lugar de culto para Joaquim Mallafrè (Reus, 1941), el hijo ilustre fallecido este mes de febrero, homenajeado por una ciudad entregada a un legado abundante, siempre relacionado con la cultura y las letras.
Los susurros de su hija, aposentada en primera fila junto a Carme Buixeda, la madre, y Joaquim, el hermano, endulzan una puesta en escena prometedora.
El acto implica a casi todos los tejidos sociales de Reus, hasta el punto que en la platea se juntan sus dos últimos alcaldes, Lluis Miquel Pérez y Carles Pellicer. La actual alcaldesa, Sandra Guaita, se encarga de arrancar la velada con el primer discurso. El segundo lleva la firma de Daniel Recasens, concejal de cultura. «Siempre recordaré aquel consejo que daba a menudo. Que cada persona empiece a leer y se entretenga con aquello que le llame la atención. Que pase de todo lo demás».
Los vip’s ensalzan la generosidad del personaje, también su discreción. «Detrás de una figura de este calado hay una gran persona», admite Guaita.
Del Mallafrè creador quedan pocos datos que aportar. El currículum los refleja con contundencia. Su influencia como filólogo y como traductor no admite sospechas. Esa labor ha abierto las puertas a obras literarias universales tan complejas y fascinantes como Ulises, de Joyce, Tristam Shady, de Sterne, o los Happy Days, de Samuel Beckett, que hoy hablan en catalán con un lenguaje vivo y cercano.
El tributo también confirma la estima que el gentío le profesa, porque en el Fortuny no cabe un alfiler. La producción que se ha preparado no sólo se centra en la capacidad del personaje con la faceta creativa, hay rasgos del espectáculo que distinguen su compromiso con el pueblo, sobre todo a través de esa tarea profesional como profesor del Institut Gaudí y la Universitat Rovira i Virgili.
La performance teatral titulada Paisatge i Nit a la manera de Joaquim Mallafrè le ofrece a la noche un valor superior. Disfruta de las intervenciones de Antònia Farré, Josep Murgades, Lurdes Malgrat, Joan Cavallé, Daniel Recasens, Meritxell Bargalló, Jordi Francesch, Irene Benavent y Jaume Nolla. Por su parte, Sara Sambola y Aleix Bové concluyen con poema y música.
El acto huye de los adornos rimbombantes, tal y como le hubiera gustado a un autor más de contenido que de fachada.