El Mercadal y otras ocho plazas de Reus estrenarán cámaras de vigilancia

Prim y Sant Pere también son novedad y se añadirán a los dispositivos que estaban pendientes de llegar al skatepark, el eje Llovera-Condesito y los barrios del Carme, Mare Molas, Niloga y Casc Antic. Los aparatos se colocarán en 2024

El sistema de videovigilancia que funciona ya en algunos puntos de Reus se ampliará a nueve calles y plazas más. El Ayuntamiento instalará nuevas cámaras en las plazas del Mercadal, de Sant Pere y de Prim. Y estas tres zonas se sumarán a otras que estaban pendientes desde hace un tiempo como parte de la cuarta fase del despliegue del Plan de Videovigilancia de Reus, y que también estrenarán aparatos: la plaza de la Cultura de la Pau, en el barrio Mare Molas; la del Baluard, en el Casc Antic; la de la Patacada, en el Carme; y la de Anton Borrell, en Niloga.

El eje que forman la calle Llovera y la plaza del Condesito tendrá, igualmente, dispositivos de este tipo. Y lo mismo ocurrirá con el skatepark.

Fuentes municipales consultadas detallan que el Ayuntamiento ha cerrado el proyecto técnico para expandir la videovigilancia y trabaja ahora en la licitación de las cámaras, que debería publicarse pronto aunque aún no es posible afinar un calendario. Su colocación, eso sí, se espera en el horizonte de 2024. Luego habrá que activarlas. Entonces, unas 25 áreas del municipio, aproximadamente, dispondrán de vigilancia remota.

La concejala de Seguretat Ciutadana, Dolors Vázquez, confirma que los aparatos «serán una realidad, deben serlo». Pero recuerda que la tramitación de intervenciones así resulta, a menudo, larga. Y es que, además de la licitación del suministro y colocación de las cámaras, para encenderlas son necesarios permisos, entre otros, de la Comissió de Videovigilància de la Generalitat.

De esa forma «se asegura que son necesarias y están en un lugar adecuado», señala Vázquez. Los vecinos de los barrios en los que ya estaba anunciado que se implantarán cámaras las esperan. Y confían en que su llegada tendrá el doble efecto de disuadir y ayudar a identificar a quien cometa actos ilícitos.

«Quisiéramos tener videovigilancia pronto porque la plaza de la Patacada es un punto importante para el barrio y creo que ese control va a ayudarnos mucho», expresa el presidente de la Associació de Veïns L’Harmonia del Carme, Josep Machado. E incide en que «allí se junta bastante gente joven entre la Facultat de Medicina de la URV, el Centre Cívic del Carme y el Institut Baix Camp. Y hay cierto trapicheo que puede acabar arrastrando a alguno y que tal vez se evitaría o se reduciría de esta manera».

Machado destaca que «las cámaras disuaden y, si igualmente ocurre algo, todo queda grabado». «Es verdad que actualmente quizá nos sentimos un poco más tranquilos que tiempo atrás, con la colaboración de los Mossos d‘Esquadra y la Guàrdia Urbana, pero no hay que relajarse para no retroceder», destaca. Y explica que, alrededor del Centre Cívic del Carme, «hemos pedido que haya más luz y estamos pendientes de que nos la pongan».

En una línea similar opina el presidente de la Associació de Veïns Reus Nord, Josep Ramon Ferré, que subraya que «estamos con muchas ganas de que instalen las cámaras –las habrá en la plaza de Anton Borrell– porque rebajan la tensión, si es que la hubiera. Reducen el deseo de hacer lo que no hay que hacer. Y, a quien lo haga pese a todo, será más fácil detectarlo».

Las cámaras de videovigilancia que operan hoy en día en Reus se conectan mediante equipos inalámbricos con la torre de telecomunicaciones de la comisaría de la Guàrdia Urbana. Los dispositivos graban imágenes de forma local por un periodo corto, pero la grabación y almacenaje a largo plazo –las 24 horas y hasta un máximo de 30 días, y sin audio–, así como su visualización en la sala de control de la Guàrdia Urbana, se realizan con un software de videovigilancia. Su alcance es de un máximo de 100 metros.

Planes para Aigüesverds

Los vecinos de la zona de Aigüesverds llevan tiempo reclamando al Ayuntamiento el despliegue de cámaras de vigilancia y lectores de matrículas en los cinco caminos que dan acceso a la urbanización. Piden que se registren las entradas y salidas a la zona, complicada por su configuración, tras haber sufrido problemas de inseguridad.

Preguntada al respecto, la concejala de Seguretat Ciutadana, Dolors Vázquez, incide en que «estamos hablando de una urbanización, no de una sola calle, y eso requiere un estudio». Y expone, en ese mismo sentido, que la posible solución «se está analizando» sin que se haya alcanzado todavía la conclusión definitiva.

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