El consultorio del barrio Gaudí de Reus reabre con un centenar de pacientes y prioriza a los mayores

La lucha vecinal logra reactivar el equipamiento, con equipo médico y «tal como antes de la pandemia», tras casi tres años cerrado. Salut irá implantando los servicios progresivamente

Casi tres años después de haber cerrado coincidiendo con la entrada en vigor del Estado de Alarma, el consultorio médico del barrio Gaudí volvió ayer a recibir pacientes. El equipamiento ha reabierto «más o menos, en las mismas condiciones antes de la Covid», tal como detalló este lunes la directora de servicios territoriales de Salut, Imma Grau, que argumentó que la reactivación es «la normalización tras una pandemia».

Con ello, la lucha social articulada a partir de la Plataforma Ciutadana en Defensa del Consultori, liderada por la Associació de Veïns del Barri Gaudí y que involucró a toda la zona en la presión para recuperar el dispensario, ve por fin cumplido su objetivo. De entrada, el consultorio absorberá sobre un centenar de pacientes, principalmente los mayores de 65 años «como cupo» y, con el paso del tiempo, «se irá viendo cómo se readaptan las situaciones, que actualmente son muy cambiantes, y se irá siguiendo también la evolución de la Covid», añadió Grau.

Al producirse el cierre del dispensario, las personas adscritas a él fueron derivadas al CAP Llibertat y Salut quiere ahora que el regreso se vaya haciendo de manera progresiva y «naturalmente, sin obligación». Grau especificó que «sobre todo, para la gente con problemas de movilidad, se reforzará la atención domiciliaria».

Por su parte, la presidenta de la Associació de Veïns del Barri Gaudí, Maria del Mar Escoda, expresó ayer el «agradecimiento» por el «esfuerzo de la Generalitat y del Ayuntamiento», después de «dos años de cierre». «Estamos contentos, a la espera, y pedimos también a los vecinos que tengan un poco de paciencia porque hay que recuperar los servicios pero todo debe tener tranquilidad para ir haciéndose», precisó.

Pese a todo, «estamos muy felices, y eso no nos lo quita nadie», insistió Escoda, y destacó el «empeño de los vecinos por reclamar esto que ya teníamos y que no queríamos perder, que era una cosa por la que debíamos apostar; queremos que tenga continuidad».

A mediados de diciembre, la Generalitat ya había lanzado el compromiso de reactivar el consultorio del barrio Gaudí con atención de lunes a viernes. La previsión que se anunció entonces fue que allí se acaben realizando visitas de incidencia sobrevenida (no programadas), además de procedimientos de enfermería ordinarios como análisis de sangre, de orina y electrocardiogramas. Las prestaciones se implantarán de manera progresiva y un médico, una enfermera, una trabajadora social, un profesional de Benestar Emocional i Salut Comunitària, un dietista-nutricionista y personal administrativo serán los primeros en entrar, según el misma anuncio, que concretaba que estos trabajadores «desarrollarán sus acciones en un ámbito comunitario y grupal».

«Hemos pasado un paréntesis durante la pandemia, que ha costado, y nos hemos replanteado las cosas para volver a estar donde estábamos», señaló ayer Daniel Ferrer-Vidal, director territorial de atención primaria del ICS. «Entendemos que, inicialmente, el consultorio es para visitas programadas, como centro de salud normal. Irá creciendo y a ver hacia dónde evoluciona y cómo lo enmarcamos en el contexto de un Àrea Bàsica que ya tiene el CAP Llibertat, del cual depende el consultorio, y por eso muchos servicios se seguirán usando allí».

Preguntado sobre si eso significaba que el dispensario no regresaría tal y como antes del virus, Ferrer-Vidal apuntó que «se recupera íntegramente como antes, pero deberemos ir cogiendo la dinámica de la normalidad», y precisó que «todo lo que se pueda hacer aquí, se hará, dentro de un discurso de racionalidad». El médico estará todos los días y el consultorio atenderá a pacientes en horario de mañana.

El concejal de Salut, Òscar Subirats, expresó «la satisfacción» al desenlace de «un largo recorrido» para «volver a abrir en las condiciones que había antes». Subirats agradeció a los vecinos la «insistencia, siempre desde el respeto y sin perder nunca la firmeza». «A partir del diálogo se consiguen cosas», señaló.

La reapertura resulta un gran hito para los mayores de la zona. «Que quienes ya llevamos muchos años viviendo en el barrio Gaudí podamos ir aquí al médico, tiene mucho valor», expresó Josep Marquès, del Casal de la Gent Gran. «Cuanto mayores nos hacemos, peor lo tenemos todo, y por eso nos hace muy felices que esto se haya arreglado así», añadió.

PSC, CUP y Cs critican la demora

En la oposición, la crítica generalizada es contra la demora en la apertura y el «triunfalismo» del gobierno. La alcaldable del PSC, Sandra Guaita, alaba «la incansable lucha de la asociación de vecinos» y lamenta que «el hecho de que se haya tardado tanto en reabrir el dispensario demuestra, una vez más, falta de voluntad para escuchar a la ciudadanía por parte del gobierno municipal». Los socialistas confían en que el espacio «recupere todos los servicios» y defiende que el barrio Gaudí debe tener «un equipamiento sanitario en plenas condiciones».

A su vez, la portavoz de la CUP, Marta Llorens carga contra «la puesta en escena triunfalista» y la «condescendencia» del gobierno en la reactivación, cuando «este dispensario no debería haberse cerrado nunca; la pandemia fue una excusa y el consultorio, un derecho». Llorens avisa de que «haremos un seguimiento fiscalizador». Finalmente, al frente de Cs, Débora García, habla de «cierre injustificado» del dispensario, que «ha representado un grave problema para los vecinos, abandonados a su suerte durante años».

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