El Carnaval de antaño en Reus se colecciona
Col·lectors Club de Reus muestra su fondo antiguo de la celebración, como tarjetas, carteles y programas de la fiesta
El acercamiento del Carnaval ha motivado a Col·lectors Club de Reus a desempolvar carpetas y mostrar parte de su fondo de materiales antiguos relacionado con la celebración. «Miembros de la agrupación tenemos colecciones de Carnaval que abarcan programas de actividades, tarjetas de invitación, carteles promocionales de la fiesta, publicaciones especiales de comparsas e incluso alguna medalla», señala el presidente de la entidad de coleccionistas, Joan Carles Llop.
En el momento de la entrevista, la sede de la agrupación de la calle de Sant Jaume ha ido acogiendo otros componentes de Col·lectors, quienes han ido rememorando cómo eran los carnavales de antaño, mientras iban observando tarjetas y carteles. Uno de 1990, recordaba el Gran Coso Blanco cuando aún se realizaba en la ciudad. «Se perdió antes del 2000 y tuvo mucha participación», distingue Llop.
Los materiales
Entre otros materiales, la muestra preparada por Llop (gran parte es de su colección personal) incluye, por ejemplo, el primer programa de actividades de Carnaval al retomarse éste en las calles (1978); uno de los menús de una cena de hermandad de la comisión de fiestas del momento (1981); reproducciones de 1978 que mostraban cómo eran los programas de principios de siglo (como uno de 1908); así como tarjetas antiguas de Carnaval, que son reproducciones, y que se remontan a 1915 y 1880. Estas dos últimas, aportadas por otro de los miembros de la entidad.
Cada coleccionista recopila por su cuenta material variado del Carnaval, pero «sobre todo ampliamos colección a través de visitas al Mercat de Brocanters, porque parientes hayan guardado algo y nos lo hayan dado o porque, entre coleccionistas, vayamos intercambiando cosas, también». Preguntado sobre los cambios en el Carnaval a lo largo de los años, Llop expresa que «hay muchas iniciativas que se han perdido». «Por nombrar alguna, antes particulares elaboraban un texto sarcástico y satírica en folletos que iban repartiendo por la calle, y eso hoy ya no se hace, hay un folleto en la muestra», dice el presidente de Col·lectors cogiendo uno y mostrándolo. Lo que ha cambiado, dicen otros de los coleccionistas de la entidad, es «el estilo del Carnaval». «El de antes, se hacía en clave de humor y tenía la intención de unificarlo todo y las carrozas anteriores al año 2000, estaban muy trabajadas y lucían menos publicidad que ahora».
Otros objetos curiosos del Carnaval, y que el presidente de la entidad enseña, son unas etiquetas que se colocaban las personas del personal de organización para identificarse y permisos para circular en la plaza del Castell (1981), «puesto que durante la celebración de la festividad, solo podían entrar vecinos en la zona».
Los componentes de la entidad consideran importante salvar este tipo de materiales, porque, «en manos de coleccionistas, al menos no se pierden, los cuidamos y clasificamos».