Daños en los portales y filtraciones tras la pacificación de la calle Miró de Reus

Los vecinos llevan años pidiendo arreglos a los desperfectos que la reurbanización generó en sus casas. El Ayuntamiento sostiene que hará gestiones para emplear la fianza de las obras. La contratista, en liquidación

La reurbanización de la calle Miró entre Joan Martell y Verge Maria culminó hace alrededor de dos años. Pero los vecinos llevan aún más tiempo reclamando que alguien les repare los desperfectos que aquellas obras, según denuncian, dejaron en sus viviendas.

Señalan daños en las entradas a las casas del tramo entre el número 24 y el 42. Y filtraciones de agua hacia el parking subterráneo. La queja llegó al pleno en la sesión de mayo. El gobierno asegura estar «tramitando la ejecución subsidiaria» de parte de los arreglos a cargo de la fianza de la empresa que llevó a cabo los trabajos, que «actualmente se encuentra en proceso de liquidación», tal como especificó el concejal de Via Pública, Daniel Marcos.

«Mientras cambiaban las aceras, picaron sin control y nos rompieron piezas de los escalones de las entradas», relata Imma Aznar, una de las afectadas y que habla en representación de los vecinos y de la comunidad del parking. Y lamenta que «así se han quedado porque nadie ha venido a hacerse responsable».

La afectación se aprecia a simple vista. Los propietarios de la zona tuvieron que hacer frente, en su momento, a contribuciones especiales para que se consumase la pacificación de la calle, que se dejó en plataforma única y prioriza al peatón.

En este sentido, y a preguntas de Junts per Reus, Marcos expresó en el pasado pleno que el de la calle Miró «es un problema que arrastramos desde hace aproximadamente dos años. Los compromisos adquiridos en su momento –el proyecto lo desarrolló el equipo de Carles Pellicer– no se materializaron y nos encontramos con esto pendiente de resolver».

«Una vez finalizadas las obras de pavimentación», constató el concejal de Via Pública, «quedan por reparar desperfectos producidos en los escalones de acceso a las viviendas». Por eso, el Ayuntamiento «está tramitando la ejecución subsidiaria a cargo de la fianza de la empresa contratista».

«No descartamos la vía judicial»

Pero ahí no acaba todo. «Al trabajar en el suelo, generaron filtraciones de agua y esta se va colando y, cuando llueve, cae a chorro en el parking», advierte Aznar, que alerta de que «allí está todo el cableado eléctrico y tememos que cualquier día pueda haber una desgracia. Es muy peligroso. Que nos lo arreglen no es un capricho sino una necesidad real y urgente».

Los vecinos están dispuestos a «acudir a la vía judicial» si no ven avances. «En mayo de hace dos años dieron las obras por acabadas sin estarlo», subraya Aznar, e indica que «hace mucho que nos dicen que usarán la fianza para estos problemas, pero no lo hacen».

De las filtraciones, el gobierno considera que «la impermeabilidad debe garantizarla el edificio» y defiende que estas «no parecen achacables a las obras» de reurbanización, según expresó el edil en el pleno. En todo caso, «si la corrección de los desperfectos puede servir para resolver también eso, lo daremos por solucionado», añadió.

Los vecinos no están de acuerdo en absoluto, ya que «hay algo claro y es que antes de que se reformase la calle por aquí no caía agua hacia ningún lado», sostienen. Y exigen que estas humedades sean reparadas a la par que se actúa en las entradas a domicilios y cocheras.

Contribuciones especiales

La reforma de esta parte de la calle Miró arrancó en 2021, dentro de una puesta al día que abarcaba también Santa Helena y Verge Maria. Tuvo un presupuesto de 299.210 euros, con 41.889 de contribuciones especiales. Se eliminó estacionamiento para ampliar aceras e ir a plataforma única, y se renovaron los servicios.

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