Daniel Rubio: «El gran reto de Reus es la industrialización, que trae riqueza y más bienestar»

Transformar los polígonos, captar empresas y crear ocupación son algunos de los objetivos de Ara Reus. De cara a las municipales de 2023, el candidato de la formación municipalista en Reus apunta que «la gente me ve el relevo natural de Pellicer»

El portavoz de Ara Reus y concejal de Medi Ambient, Daniel Rubio, será nuevamente alcaldable del partido municipalista para Reus en las próximas elecciones. El aspirante apunta, sobre sus objetivos en los comicios, que «vamos a por todas» y confía en que la nueva plataforma configurada con el PDeCAT, Ara Pacte Local, «tendrá un efecto positivo». Espera recibir también el voto de los «desencantados con la política de los últimos 10 o 12 años», que «nos ven como una solución; quien nos conoce, nos compra». Sobre pactos, Rubio sostiene que «puedo entenderme con casi todo el mundo, salvo con el radicalismo». Y asegura que la ciudad «es un 10 y, si no, poco le falta»

Dice que quiere ser alcalde para facilitar la vida a los reusenses. ¿Y cómo?

Lo primero es hacer una administración más ágil y cercana, simplificar los trámites y no dejar de lado a nadie en lo digital. También que Reus sea atractiva para captar empresas y talento. Sin economía productiva, no hay economía social. Y transformar urbanísticamente los polígonos industriales y la propia ciudad.

Su programa tiene cuatro ejes: administración, servicios a la persona, medioambiente, y economía y promoción.

El fundamento del bienestar es que la gente tenga trabajo y en las mejores condiciones. Reus es comercial y hay que avanzar en los retos del futuro. Atraer empresas será básico para el progreso y eso pasa por crear un nuevo CEPID y dinamizar los polígonos. Y la atención a las personas es un pilar, la gente necesita prosperidad. A todo ello hay que aplicarle los ODS: hemos incidido en el medioambiente y eso ya no se puede frenar.

Prometió lanzar más de 1.000 propuestas. ¿Tantas, se podrán cumplir?

El contrato con nuestro votante es el programa. En las concejalías en las que hemos tenido competencia –Seguretat i Civisme, con Dolors Vázquez; y Recursos Humans i Medi Ambient, conmigo–, su cumplimiento ronda el 90%. No tengo una bola de cristal pero somos un partido de gestión, hacemos más con menos concejales y menos recursos económicos.

¿Qué listón de votos y concejales se han fijado?

Vamos a por todas. La gente está desencantada con cómo se ha llevado la política en los últimos 10 o 12 años. Nos hace ser optimistas que ven en Ara Reus aquel partido que, en los momentos en que la política nacional ha aplastado a la municipal, hemos sido capaces de mantenernos. Nos ven como una solución. Y quien nos conoce, nos compra. Queremos que nos conozcan todos y tener la alcaldía.

No pone líneas rojas.

Me puedo entender con casi todos, salvo con el radicalismo y los extremos. Tendremos que escuchar a la ciudadanía y leer los resultados. La palabra gobernabilidad es importante.

¿Y cuáles son, para usted, los radicalismos?

La CUP y Vox.

¿Quién irá en la lista?

Habrá independientes. Esta coalición que hemos conformado con el PDeCAT, Ara Pacte Local, será un factor aglutinador del espacio catalán, plural, de centro y habrá perfiles que se reconocen en ello. La lista será plural pero no está definida más allá del 1 y el 2, que ocupará Dolors Vázquez.

¿Cómo influirá Ara Pacte Local en los resultados?

Abarca un espacio que se ha ido disgregando en muchísimas marcas. Es la manera de aglutinarlo y dar un salto adelante. Tendrá un efecto positivo en Reus.

Serán las primeras elecciones sin alcalde candidato en mucho tiempo. ¿Se siente usted heredero de Pellicer?

Yo no sé, pero la gente sí me identifica como relevo natural. El alcalde y yo hemos sido de partidos diferentes, pero él sabe que en Ara ha tenido el socio más leal. Y no siempre estoy 100% de acuerdo en cómo se hacen las cosas; respeto a mis socios igual que ellos hacen. Siempre se ha mantenido el fair play en el gobierno. Pero del alcalde me separa casi un cuarto de siglo: tengo 42 años y una manera de ver el mundo distinta, joven y también cercana a la gente mayor.

¿Ser el único candidato hombre es una ventaja o un hándicap?

Ni una cosa ni la otra. Cada partido es libre de elegir, el resto son candidatas y lo que me importa es que soy el candidato mejor preparado. Es igual hombre o mujer, se trata de gestionar dinero público y de responder a la ciudadanía.

¿Cuál ha sido su iniciativa estrella del mandato? ¿Reus Energia?

Sí, por todo lo que significa. Y la captación de los Next Generation: hemos atraído 2 millones para la comunidad energética de AgroReus, medio millón para el sistema que debe cerrar los contenedores para que quien más recicla pague menos, 120.000 euros para las reformas sobre la riera de la Abeurada dentro de la V Verda...

¿Y qué le gustaría haber hecho pero no le dará tiempo?

Justo habría querido desplegar ampliamente la V Verda, que es un macroproyecto y abraza toda la ciudad.

¿Qué problemas tiene Reus?

Reus es un 10 y, si no, poco le falta. El gran reto de Reus es la industrialización, cosa que generaría más riqueza y mayor bienestar social. Eso se logra ayudando a las empresas y al comercio que ya están instalados en la ciudad. Pero también transformando espacios. También hay aspectos de mantenimiento, vía pública... o de grandes infraestructuras como la llegada de la intermodal, Bellissens o el posicionamiento del Aeropuerto. Y hay que romper la barrera entre el barrio Gaudí y el paseo Mata.

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