Controles en Riudoms contra los robos en el campo
La Guàrdia Municipal de Riudoms patrulla por las fincas con especial intensidad coincidiendo con la época de cosecha. En septiembre, los agentes evitaron tres robos e identificaron a una treintena de personas por los caminos
Patrullan por las fincas, de día y de noche, para que nadie altere algo muy valioso: las cosechas, en esta época, de algarrobas, avellanas o almendras. Agentes de la Guàrdia Municipal de Riudoms peinan ahora con especial intensidad los terrenos fuera del núcleo urbano. Tratan de evitar robos en el campo.
«La campaña tiene dos vertientes: una consiste en incrementar la presencia, cosa que también permite intervenir con más rapidez; y la otra, como prevención, pasa por hablar con las empresas comercializadoras para recoger inquietudes, sugerencias o información de algún robo que haya tenido lugar», detalla Imma Mestre, concejala de Seguretat Ciutadana. Riudoms es un ejemplo de municipio que combate las sustracciones de cultivos, una cuestión que preocupa a los payeses del Baix Camp.
¿Han aumentado los episodios de este tipo en los últimos tiempos? El Ayuntamiento no aporta números, pero sí precisa que «se mantienen estables, con cifras muy semejantes a las de años anteriores» y que «no se trata de un volumen importante».
Durante el mes de septiembre, la Guàrdia Municipal evitó tres robos detectados in situ e identificó a una treintena de personas que circulaban por caminos o parcelas. La localidad abarca alrededor de 400 masías y cientos de terrenos.
Ni patrón ni producto fijo
No existe un patrón fijo en los robos, ni en cuanto a modus operandi ni sobre el momento del día. Y, así como en 2023 la problemática se cebó especialmente con las algarrobas, este año no hay un producto concreto en la mira de los ladrones, sino que «van a por lo que haya», y a veces, lo hallan ya incluso metido en sacas que cargan en camionetas para llevárselas lo más rápido posible. Sí hay agricultores que han sufrido más de un robo.
Otras veces, por ejemplo con los olivos, «nos hemos encontrado con que cortan las ramas para llevárselas directamente», señala el jefe de la Guàrdia Municipal de Riudoms, Crist Manel Ramos. El cuerpo opera en el pueblo las 24 horas. En ocasiones, si los agentes sorprenden a alguien llevándose género, el argumento que reciben es que «el propietario de la finca les ha autorizado para recoger», pero eso «hay que comprobarlo bien», destaca Ramos. «Solo el simple hecho de que, al pasar, nos vean allí, o que corra la voz, ya disuade a muchos», añade. La colaboración vecinal gana relevancia en estas cuestiones.
Además de algarrobas, avellanas y almendras, en Riudoms también se cultivan olivas y «mucha fruta y verdura», por lo que «más allá de la campaña, siempre hay vigilancia», en palabras de Mestre.