Comercios de la calle Ample de Reus temen que la futura peatonalización les haga perder clientela
La transformación de la vía, la plaza del Víctor y entorno hace surgir partidarios y detractores. Hay negocios reticentes por la magnitud de las obras y otros que ven una «oportunidad» en el cambio
La reurbanización de la calle Ample, la plaza del Víctor y la del Pintor Fortuny de Reus, así como sus alrededores, supondrá un cambio en la fisonomía de parte de la zona norte de la ciudad. La transformación incluye actuaciones en tramos de las calles Miró y Santa Helena, además. Que la zona sea peatonal, siguiendo la línea del arrabal de Santa Anna, es algo que hace surgir partidarios y detractores.
Este pasado lunes, el Diari se hizo eco del inicio inminente de las obras, cuyos trabajos iniciales de validación de la planificación ya se habían realizado. Entre los vecinos se entrevé cierta expectación por el avance de la iniciativa urbanística, ven que dar prioridad al peatón puede «atraer a más gente que venga a pie a comprar aquí».
La inquietud entre algunos comerciantes de la zona, por otro lado, se pone de manifiesto, también. Algunos emprendedores observan que perderán la clientela que viene a comprar en coche y aparca delante de sus negocios, «por no hablar del tiempo que requieran las obras, que pueden afectarnos también».
Ha habido establecimientos, incluso, que han echado la vista atrás y han señalado a este rotativo que la calle Ample «no le hace falta reformas», que «está renovada de hace unos años, los cambios que se hagan, será en un vial que está en buenas condiciones».
Tanto los vecinos que acuden a la calle Ample desde pueblos de la comarca, como propietarios de los negocios, describen la vía como «esencialmente comercial», en la que «se viene a comprar directamente, no se pasea como en la calle Llovera o Monterols». «Cuando la concejalía de Urbanisme nos avisó de que el inicio del proyecto sería inminente, avisamos a los comercios más cercanos en los que se ejecutará la futura transformación. A nuestro entender, supondrá una oportunidad, atraerá gente hacia aquí y además será importante para conectar el futuro Centre Cívic Gregal. Creemos que se ganarán más cosas que no se perderán. El estado anímico de vecinos y comerciantes es variado. Hay gente preocupada por las obras, porque son de una magnitud importante, pero lo positivo es que durarán poco», valora el presidente de la asociación del barrio Niloga, Reus Nord, Josep Ramón Ferré.
Débora Llobet, al frente del negocio de estética Escencys Beauty, expresa que tan solo lleva tres años en su negocio en la calle Ample, pero que esta tiene una vitalidad particular. «La peatonalización significa un cambio para lo que estamos acostumbrados los negocios de aquí. Mucha clientela, por ejemplo, es del barrio y la actividad es puramente comercial, uno no se pasea, va a comprar», opina Llobet.
La reacción de la ciudadanía, «imprevisible»
El hecho de que se pacifique la zona del tráfico de vehículos a motor, «a mi modo de ver, no implica que se potencie el uso de la bicicleta, tal vez circulen más patinetes eléctricos por aquí». «Cómo reaccionará la ciudadanía con este cambio es imprevisible, pero lo que sí es seguro es que las obras nunca vienen bien a los comercios que están al lado», declara la joven.
Por otro lado, desde el restaurante y cafetería L’Arbequina, Rosa Maria, indica que «todo lo que venga a mejorar el barrio y la zona es bienvenido, aunque lo que se necesita por encima de todo es que desde la administración se siga apoyando al pequeño comerciante, que se evite el cierre de más negocios, eso es lo más importante, y más en situaciones como la actual».
Ahmed Janou, a cargo de la carnicería, frutería y verdulería próxima a la plaza del Víctor, ve la futura peatonalización como una «oportunidad». «Yo, en lo que pienso, es que cuanto mejor esté la calle, cuanto más cuidada, atraerá a más gente, y eso es óptimo para los negocios. Nosotros no tenemos más remedio que adaptarnos. Creemos que, en algún aspecto, tiene que ayudarnos», confía Janou. Por lo que se refiere al proyecto de reurbanización de la plaza del Víctor y su entorno, ahora mismo el proyecto se encuentra en la primera fase y la segunda se dividirá en dos tramos: el primero irá de la plaza del Pintor Fortuny (Condesito) a la del Víctor; y el segundo, de la de la plaza del Víctor al Passeig Mata.
La futura pacificación del tráfico de motor en la zona norte, es en palabras del alcalde de Reus, Carles Pellicer, un «gran proyecto de ciudad, que avanza a buen ritmo y que tendrá un largo recorrido de cara a los próximos años».
Pellicer reconoce, por otro lado, que los cambios pueden «generar recelo al principio, pero el tiempo ha demostrado que ha sido un acierto y que, como ciudad, hemos de encaminarnos hacia aquí, igual que se hizo en su día en las calles Llovera y Monterols».
Ahora mismo, empieza el proyecto que transformará la plaza del Víctor y sus alrededores, «se enmarca en el contexto del Eix Central, que va desde el Passeig Mata hasta la zona sur, pasando por el entorno del Carrilet, que también experimentará una gran transformación, llegando hasta la estación de Bellissens». El alcalde recuerda, además, que en este mandato han puesto en marcha la transformación, como apuntábamos al inicio, del arrabal de Santa Anna, donde estos días se están realizando las actuaciones correspondientes en la acera de la calle Salvador Espriu y los trabajos previos al asfaltado final. También se trabaja en la jardinería, la instalación de servicios y el servicio TIC.
En cuanto al grueso de la obra de la peatonalización del arrabal de Santa Anna, fuentes municipales cifran que dicha peatonalización se encuentra, aproximadamente, al 70%, y hacia el final, se concentrarán las actuaciones de más presupuesto, que son las de asfaltado y mobiliario. De cara a los próximos años, señala Pellicer, «será importante analizar la viabilidad de la remodelación de la plaza Prim y el arrabal de Jesús». La concejala de Urbanisme, Marina Berasategui, explica por su parte que la peatonalización del arrabal de Santa Anna forma parte de una «clara apuesta del gobierno local por priorizar al peatón y por la movilidad sostenible».
«Las obras de la segunda fase se pausaron el 25 de noviembre por la campaña de Navidad y este enero se han vuelto a iniciar en Salvador Espriu. Aproximadamente, se está al 40% del presupuesto de la obra ejecutado y la previsión es acabar a finales de marzo», añade Berasategui.
La calle Ample del barrio Niloga de Reus se cerró al tráfico en el marco de una prueba piloto el pasado mes de septiembre del año pasado. El objetivo fue impulsar la movilidad sostenible y testear la vía en modo peatonal, para ver cómo reaccionaba la ciudadanía. La plaza del Víctor se convirtió en el foco principal de actividad. Allí, se acogieron iniciativas dirigidas a las familias y se llevó a cabo una charla en la que diferentes expertos, geógrafos y arquitectos, divulgaron los beneficios de una movilidad a pie y con bicicleta, expusieron la importancia de hacer de Reus una ciudad más sostenible, en la que se promoviera una movilidad activa.