Bellissens tendrá un parking disuasorio y se habilitarán tres más repartidos por Reus

Conectarán con el tren, el autobús o la Ganxeta, o bien permitirán llegar a pie a puntos estratégicos. El subterráneo del Passeig Mata no se contempla a corto plazo. Se estudia si el aparcamiento de La Hispània podría abrir sin que esté listo el edificio

El entorno de Bellissens, donde en julio deberán comenzar las obras de construcción de la estación ferroviaria, contará con uno de los parkings disuasorios que el gobierno lleva un tiempo perfilando. Allí existe ya un terreno donde se aparca de forma descontrolada.

En total, próximamente se habilitarán cuatro de estas superficies de estacionamiento: al margen de la de Mas Iglesias, las otras tres se repartirán entre el norte, el este y el oeste, sin que se haya cerrado todavía la localización exacta. Y no serán simplemente solares, sino que la intención es dotarlas de intermodalidad.

Preguntada al respecto, la alcaldesa de Reus, Sandra Guaita, indica que «queremos que haya cuatro parkings disuasorios alrededor de la ciudad», pero recuerda que «no es tan sencillo como elegir un lugar y habilitarlos, porque hay solares que pueden ser municipales y hay otros que no y, en este último caso, es necesario llegar a acuerdos».

Guaita especifica que «se trabaja en espacios que se puedan usar» e incide en que «no queremos que sean parkings por serlo sino que haya una función de intermodalidad con otros transportes».

En general, pero especialmente coincidiendo con el próximo despliegue de la zona de bajas emisiones (ZBE), «queremos dar a la ciudadanía herramientas para que se mueva». Y «queremos que esos equipamientos presten un servicio: la persona llega a Reus, deja el coche y puede coger la Ganxeta, el bus o ir caminando», señala la alcaldesa.

Además, «la intermodalidad debe tener sentido» y se ha previsto que los nuevos disuasorios sean cuatro «para cubrir la ciudad como se tratase de un círculo».

Reus cuenta en estos momentos con ocho aparcamientos disuasorios, la mayoría ubicados en el oeste. Se localizan en las calles de Badalona, de Roger de Llúria, de Falset –este es el más reciente de todos y se puso en funcionamiento en 2020–, de Sor Lluïsa Estivill, la plaza del Velòdrom, la avenida de los Països Catalans y el Raval de Sol i Vista.

Entre todos, los disuasorios que ya funcionan suman una capacidad aproximada de 820 turismos, aunque los hay que no tienen las plazas físicamente delimitadas. Los emplean vecinos y residentes en localidades del entorno que se desplazan a Reus, y llegan a llenarse. El Ayuntamiento los puso al día en 2023.

Passeig Mata y La Hispània

Pero también en el apartado del estacionamiento, el Ayuntamiento maneja otros proyectos. Del gobierno anterior, llegaron a este los planes de construir un aparcamiento subterráneo en el Passeig Mata. El equipo de Carles Pellicer dibujó un espacio con 400 plazas.

Guaita indica que «de momento, a corto plazo, no está dentro de nuestra órbita. Estamos haciendo el de La Hispània y son millones», aunque aclara que «tampoco se ha descartado».

Por su lado, el parking del complejo de La Hispània, igualmente subterráneo y para 340 vehículos en tres plantas, continúa con sus obras. La alcaldesa avanza que «estamos intentando ir muy rápido y mirando si se pudiera abrir antes de que se acabe el edificio –la intervención incluye la creación de viviendas–, pero no tenemos claro si finalmente podrá ser así».

El de la plaza Prim expira en 2026

Y otro parking que espera novedades es el de la plaza Prim. La concesión a la empresa Interparking expirará «en 2026» y, «con ese margen, Reus Mobilitat i Serveis está trabajando», detalla Guaita.

El Pla de Mobilitat Urbana preveía generar allí un centro logístico de última milla para permitir a vehículos como cargobikes o pequeños eléctricos hacer el reparto final. Sin embargo, no está decidido que esa acabe siendo la función que desempeñe.

Abonos de los parkings municipales

De los abonos de los parkings de la red municipal, que no absorben más inscripciones, la alcaldesa comenta que «en principio, no tenemos intención de incrementarlos».

Y dice que «esos parkings no son para que la ciudadanía aparque indefinidamente. Se concibieron para colaborar con el comercio y que la gente tuviese aparcamiento a precio público y hubiese movilidad».

El cierre de la zona azul de la Riera Miró y del parking Colom –pendiente de «requerimientos de seguridad» y «por petición del barrio»– tensiona la disponibilidad de plazas en Reus, aunque «a veces, no es falta de plazas sino una tendencia a aparcar en un sitio».

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