Así serán los nuevos pisos de protección oficial en Reus: un edificio en forma de ‘donut’ que estará listo en 2026
La primera promoción con iniciativa pública en una década creará 132 viviendas de entre 53 y 70 metros. Tendrá espacio común de ocio o coworking y sitio para las bicis. El alquiler, a unos 7 euros el metro cuadrado
Mas Iglesias estrenará, hacia el primer semestre de 2026, un centenar de viviendas de protección oficial (VPO) que se ofrecerán en alquiler asequible. Los pisos, integrados en un solo bloque, serán, en principio, un total de 132. Se levantarán sobre terrenos municipales, en el número 24 de la calle Jaume Vidal i Alcover, mediante un derecho de superficie.
Estos representan, por lo tanto, la primera promoción de VPO con iniciativa pública en más de 11 años, desde que el gobierno reusense inauguró la de La Patacada en 2012. Aunque el sistema será distinto: Grupo Rubau se hará cargo de la construcción y la gestión de los inmuebles durante 75 años y, transcurrido ese tiempo, revertirán en el Ayuntamiento. La inversión alcanza los 15 millones de euros.
Fuentes de Grupo Rubau consultadas indican que las 132 viviendas se repartirán, aproximadamente, de la siguiente manera: 78 pisos de dos habitaciones y 54 de tres dormitorios, con una reserva de pisos adaptados. Pero la configuración aún podría variar. Las viviendas oscilarán entre los 53 y los 70 metros cuadrados. Algunas tendrán plaza de aparcamiento para coche asociada y todas dispondrán de espacio para dejar la bici.
El alquiler se ha fijado de inicio en 7 euros el metro cuadrado útil, por debajo del tope de 7,5 euros que marcaba Redessa en las condiciones para concursar por el solar, tal como detallan las mismas fuentes.
Haciendo el cálculo, el precio sería a partir de unos 370 euros mensuales para los pisos más pequeños, sin contar el parking –que saldría a alrededor de 53 euros el metro cuadrado para quien cuente con uno vinculado– y teniendo presente el factor corrector de inflación que habrá que aplicar cuando el edificio esté ya acabado.
La forma de la promoción, algo singular, vendrá dada por el propio planeamiento de la zona y será de donut o isla cerrada. El edificio tendrá planta sótano, planta baja y seis plantas piso. Estará dotado de placas fotovoltaicas en modalidad de comunidad energética. Y tendrá calificación energética A, con una estrategia de ventilaciones cruzadas y sistemas de aislamiento de alto rendimiento, de modo que «el grado de eficiencia energética implicará una reducción de los consumos de cada usuario y se traduce en un ahorro económico», tal como señala la empresa.
La planta baja se ha concebido como «abierta y viva» para enlazar las zonas de acceso con un bulevar. Además, la promoción contará con una fachada urbana que «albergará espacios comunes complementarios para compartir actividades y usos comunes», como zonas de estudio, de ocio o para coworking.
Las obras se pondrán en marcha en los próximos meses y desde Grupo Rubau indican que se está trabajando con el objetivo de que los pisos puedan estar listos durante la primera mitad de 2026.
Rubau, tras recibir el derecho de superficie del terreno, con una edificabilidad de 11.000 metros cuadrados, asumirá la inversión, el mantenimiento y reparaciones durante un periodo de 75 años. Llogueralia, creada por el mismo grupo, ha resultado ser la adjudicataria de la obra y la gestión irá a cargo de Sogeviso, empresa asociada a Rubau de alquiler con vocación social.
Los pisos de Mas Iglesias no son ajenos a la línea de urbanismo feminista que viene aplicándose en Reus desde hace unos años. En su caso, esta estará presenta en la concepción del aparcamiento.
En este sentido, siguiendo «esa línea, más consciente desde muchos puntos de vista y también desde el medioambiental», en esta promoción ya «no se ha priorizado la construcción de plazas de parking para coches, sino la movilidad sostenible, el uso del transporte público, la bicicleta y otras formas de desplazamiento». El edificio se ubicará muy cerca de donde tomará forma la futura estación ferroviaria de Bellissens, que «permitirá una gran conectividad de la zona con el resto del territorio».
La VPO es muy esperada en la ciudad, con una demanda importante y apenas construcción reciente. Este octubre, coincidiendo con la adjudicación del derecho de superficie, el concejal de Promoció Econòmica i Coneixement, Josep Baiges, expresó que «es el primer paso en el compromiso de aumentar la VPO. Continuamos buscando fórmulas que nos permitan ampliar las viviendas protegidas en Reus».
Por su parte, la concejala de Habitatge, Anabel Martínez, apuntó entonces que «los pliegos –de la licitación pública– contemplan que los pisos se otorguen teniendo en cuenta el registro de solicitantes de viviendas de protección oficial».
Cómo acceder a un piso
Coincidiendo con la adjudicación del derecho de superficie de los terrenos, Redessa informó de que quien quisiera optar a uno de los pisos de Mas Iglesias debe estar inscrito en la bolsa de solicitantes de vivienda de protección oficial. Aunque Sogeviso será la empresa que gestionará los alquileres, «es el consistorio quien estudiará cada caso para decidir quién puede optar a estas viviendas» en un proceso en el que «tendrá prioridad las personas empadronadas», tal como apuntan desde Grupo Rubau.
Redessa ya precisó que los pliegos del concurso por el solar contemplaban que quien entre a vivir en la promoción deba tener en ella su domicilio habitual y permanente. Cerca de 400 familias, con datos de agosto, esperan un piso de VPO en Reus.