Así será el Reus del futuro
Lo que se espera de la nueva estación de bus, el Carrilet o el Centre Catòlic pudo verse proyectado en imágenes digitales durante el balance del primer año de mandato. Pendientes de los proyectos, las ideas empiezan a perfilarse
El proyecto de traslado de la estación de autobuses de la avenida de Salou hacia el parque de Mas Iglesias, pegada a la calle de Jaume Vidal i Alcover, es el primero de gran envergadura que ha desvelado el gobierno en este año completo de mandato.
Durante la conferencia de balance de sus doce primeros meses al frente del consistorio, el lunes, la alcaldesa, Sandra Guaita, anunció la mudanza y apenas detalló que «con la Generalitat, se está trabajando ya en un nuevo emplazamiento».
Lo que se ha previsto es «mover la estación para ganar espacio verde, para que esté más integrada en la ciudad y que sea más intermodal con Bellissens, la Ganxeta y el transporte urbano. Y estamos poniendo en ello todas las fuerzas», dijo.
Guaita mostró al público entonces, en una pantalla a sus espaldas, una recreación del aspecto aproximado que tomaría la estación de bus tras el cambio de localización. Imagen, esa, –igual que otras que perfilarían el futuro del Carrilet y el Centre Catòlic– que el Ayuntamiento declinó luego servir a la prensa y que acompaña a este texto extraída del vídeo de la misma conferencia.
Probablemente el ejecutivo desgrane el detalle de sus planes más adelante. De ahí que no haya trascendido en qué grado se asemejará su forma a la que se dio a conocer.
En el rénder, la infraestructura aparece como una gran superficie relativamente diáfana, cubierta por marquesinas. Se aprecia una configuración, al menos a simple vista, a distintos niveles, con los autocares en una parte inferior.
En la nota de prensa sobre el balance, el gobierno informó de que la finalidad del traslado es hacer de la de autobuses «una auténtica estación intermodal, cerca del futuro tranvía y también de Bellissens», a la vez que «liberar espacios para reconvertir la actual estación en un nuevo edificio de equipamientos y zona verde».
«Los trabajos de planificación», añadía la nota, «están muy avanzados y consensuados con la Generalitat».
La idea surge de «darle un nuevo aire» al proyecto de regeneración urbanística del entorno del Carrilet, una actuación que «contribuirá a la transformación de la zona y la movilidad en Reus». Y llega tras muchos años de quejas por el estado precario en que se encuentra la estación de autocares.
Los usuarios del bus señalan principalmente filtraciones de agua, sensación de inseguridad y falta de información, así como poca luz y escasez de espacios en los que resguardarse cuando hace mal tiempo. La reforma lleva años encima de la mesa, sin haberse ejecutado todavía.
Un edificio plurifuncional
Igualmente en el ámbito del Carrilet, Guaita habló en su balance sobre el mercado. Y precisó que su renovación «debe ir acompañada de la de la propia infraestructura del Mercat». Y esta «vendrá no tan solo con el propio mercado sino con un edificio plurifuncional que nos debe permitir regenerar urbanísticamente la zona y activarla económicamente».
En las imágenes que enseñó la alcaldesa se distingue un inmueble de varias plantas, muy conectado visualmente con el exterior y con estancias dedicadas a funciones diversas. Se aprecia venta de producto fresco en la planta baja.
El edificio, tal como informó el gobierno, «mantendrá el uso de mercado y sumará nuevos usos culturales y juveniles y será palanca de regeneración urbana y transformación del sur de la ciudad».
Los contratos de alquiler de las paradistas se prorrogaron hasta el inicio de las obras, el cual el ejecutivo local ya comunicó que espera que se produzca en un tiempo, en el horizonte de 2026. La actuación urbanística se encuentra ahora en fase de redacción y contemplará una «adecuación estructural, física y comercial» del mercado.
Y en cuanto al Centre Catòlic, cuyo repaso también se acompañó de un rénder, Guaita comentó que «el nuevo espacio del Centre Catòlic, como teatro municipal, se sumará al Teatre Bartrina y al Teatre Fortuny como un equipamiento municipal nuevo para dar salida a las demandas de la ciudad, que es hipercreativa en artes escénicas».
Se limitó a apuntar que se le aplicará «una remodelación profunda» en la que «se está trabajando para que sea una realidad».
El proceso se encontraría inmerso en una fase de concurso, por lo que la recreación que se exhibió en el balance podría responder tan solo a una idea de hacia dónde el gobierno quiere orientar el futuro del equipamiento.