Antoni Pigrau: «Lo que está ocurriendo en Gaza es insólito»
El catedrático de la URV analiza el recorrido que puede tener la denuncia de Sudáfrica a Israel por genocidio
¿Qué recorrido tiene la denuncia de Sudáfrica a Israel por genocidio ante la Corte Internacional de Justicia? Antoni Pigrau, catedrático de la URV en Derecho, especialista en derechos humanos, justicia ambiental y derecho internacional del medioambiente, humanitario y penal, da algunas respuestas.
¿Puede tener consecuencias prácticas?
Tendrá consecuencias en la práctica porque plantear esta demanda pone el tema en un primer plano internacional, no en el ámbito militar o político, sino jurídico. Otra cosa es cuánto tardará en haber resultado. Pero hay que diferenciar dos cosas. Por una parte, las medidas provisionales que se han discutido y que, en semanas, podemos tener una decisión. Probablemente se aceptarán algunas medidas provisionales que propone Sudáfrica y lo previsible es que Israel no las cumpla. Sin embargo, la cuestión de si Israel está cometiendo un genocidio o no puede tardar años en resolverse.
Si no las cumple, ¿de qué sirve?
De alguna manera, Israel se deslegitimará aún más ante la pequeña parte de la comunidad internacional que todavía le apoya. Por tanto, no le ayuda.
¿Qué hace que sea un genocidio y no otra cosa?
Tenemos que ir a la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, que se aprobó en 1948. Hay una serie de actos diferentes, pero se caracteriza por un elemento común que es la intención de destruir total o parcialmente un grupo nacional, étnico, racial o religioso. Evidentemente, los palestinos entrarían en este concepto. En relación a los hechos, estos son que haya una matanza de miembros del grupo; la agresión a la integridad física o mental de los miembros del grupo y el sometimiento intencional que comporte la destrucción física total o parcial, así como medidas destinadas a impedir nacimientos en el seno del grupo. Cualquiera de estos actos, si se hace con la intención de destruir el grupo, es genocidio. Pero lo más difícil es probar esa intención.
¿Entonces?
En este caso seguramente será más fácil demostrarlo porque tenemos muchas declaraciones de responsables políticos israelíes y de otros ámbitos que utilizan un lenguaje claramente indicativo de que quieren destruir el grupo. La demanda de Sudáfrica recoge una gran cantidad de declaraciones de responsables políticos de Israel en unos términos poco habituales en la política y en las operaciones militares. Denotan un desprecio muy grande en relación con la vida de las personas palestinas y un elemento de supremacismo. Algunos judíos implicados en el tema desde el punto de vista solidario dicen que uno de los problemas es que en Israel mucha gente está convencida de que son el pueblo elegido y, por tanto, se les tiene que permitir y esto es un elemento psicológico muy importante. Puede que esto explique este tipo de declaraciones. Es decir, que los otros son animales, que se les tiene que tratar como animales o que todos los mayores de cuatro años son terroristas.
El derecho internacional contempla la protección de los niños en los conflictos. Aquí parece que son el objetivo.
Vulneraciones de derechos humanitarios hay en todas las guerras. Sin embargo, lo que está pasando en Gaza es bastante insólito. La guerra es un contexto de tensión muy grande en el que los soldados se encuentran bajo mucha presión. Cuando van perdiendo lo pasan muy mal y cuando van ganando tienen la tentación de aprovecharse de ese momento de impunidad. Es un contexto muy favorable para que no se cumplan las reglas humanitarias de respeto a los prisioneros, a los civiles, a los hospitales, a las escuelas... En este caso lo que se sale de la norma es que es muy deliberado y muy constante. Es decir, la destrucción de escuelas, de hospitales, los ataques a la población civil de manera indiscriminada... Diríamos que son los crímenes de guerra más elementales e Israel no ha cometido solo uno. No recuerdo nunca antes, no solo esta intensidad de víctimas civiles, sino los ataques a las instalaciones de Naciones Unidas por parte de Israel, un país que es miembro de esta institución. Seguramente solo se explica por la tolerancia de una parte de la comunidad internacional.
Y este tribunal ¿es efectivo?
Es el tribunal más importante del sistema judicial internacional. Ha tomado muchas decisiones a lo largo de sus años de vida, algunas más acertadas y otras más polémicas. Seguramente, una herramienta como esta tiene que existir. Si no, podría ser peor. No obstante, el tribunal puede decidir sentencias que teóricamente sean obligatorias, pero después no haya manera de el que Estado condenado las cumpla. Esto ha pasado.
En este proceso, ¿qué puede hacer España?
España y cualquier otro país que sea parte de la Convención puede no hacer nada; presentar otra demanda paralela o intervenir en el procedimiento de fondo. Esto comporta, además de señalarse políticamente, entrar en una dinámica de asistir a las sesiones, durante mucho tiempo. Tendrán que valorar.