Sin una prueba única, la selectividad siempre será injusta

En junio se aplicó la última prueba de selectividad tipo LOMCE. Después de varias prórrogas ya no podemos estirar más la cuerda. Para el 2025 tenemos que disponer de una prueba nueva que siga los criterios establecidos en la LOMLOE.

Debemos ser conscientes de que el examen de selectividad es un momento clave en la vida de millones de jóvenes españoles de 18 años, porque «decide su futuro». Cada alumno sale de la prueba con una «nota de corte» que le dará la posibilidad de entrar en las facultades deseadas o se verá obligado a un rumbo diferente en su vida.

Esa prueba tiene que ser exactamente igual para todos los optan a esa «nota de corte». Debemos luchar para que no se repitan las «injusticias» de los gobiernos anteriores al no comprometerse en la imposición de una «PAU única» en España. No debe ser tan difícil cuando así se hace en nuestro entorno europeo: Portugal, Francia o Italia. Nuestros médicos MIR tienen el mismo examen en toda España. ¿Por qué no una prueba única de selectividad en toda España? «Ya es hora de eliminar este atropello que ha ocasionado tanto dolor y lágrimas a nuestros alumnos».

¿Cómo está el tema en este momento? Como se dice en mi pueblo: «esto no hay por donde cogerlo».

A las puertas del curso 2024-2025, los alumnos deberían tener claro lo que van a decidir para preparar un buen examen de selectividad, pero la comunidad educativa se encuentra con que «todo está aún en el aire».

El Ministerio de Educación no se entera, o no se quiere enterar, de que el único camino es una prueba única. Lleva dos años lanzando propuestas para la nueva selectividad, pero todas ellas han sido rechazadas por la falta de igualdad y justicia en el examen.

A pesar de todo, el gobierno aprobó el 11 de junio el Real Decreto de la nueva Selectividad, que empezará a aplicarse en junio de 2025. Es «más de lo mismo». Sigue sin hablarse de una prueba única y no solo no resolverá las desigualdades vigentes en el acceso a la universidad, sino que las aumentará.

Sólo 20 días después del Real Decreto, el 1 de julio, el PP presentó su modelo de examen de acceso a la universidad para aplicar en 2025. «Ellos quieren una PAU más justa y continúan defendiendo la prueba única». Las 12 comunidades donde el PP marca las directrices para el 70% de la población escolar no universitaria han firmado un acuerdo para implantar a partir de junio de 2025 una prueba «común» de acceso a la universidad, que proporcione «mayor equidad e igualdad» a los alumnos al tiempo que «respeta la diversidad lingüística, cultural y educativa de las diferentes comunidades autónomas». Estos son los cambios acordados: Los mismos criterios, las mismas fechas, la misma forma de corregir y la misma estructura.

Para la ministra Pilar Alegría este acuerdo es «una ensoñación más del PP», al que «no le importa la educación, sólo crear ruido y polémica».

¡Vaya panorama! En mi opinión, la situación no puede ser más lamentable y penosa. Pobres alumnos que empezarán ahora segundo de bachillerato, porque tendrán que enfrentarse a un final de curso con una selectividad en la que «nada es definitivo».

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