Los Juegos, imagen y deporte
En buena lid, tendríamos que titular colocando antes el deporte y detrás la imagen al tratarse de unos Juegos Olímpicos. Pero en la actualidad parece que es más relevante la imagen que se logra proyectar gracias a un acontecimiento deportivo tan histórico donde el triunfo se traslada a todos los rincones del planeta. Francia ha explotado al máximo todas las grandes atracciones turísticas de París. Desde la Torre Eiffel a Versalles, con un objetivo descarado de promoción.
Durante las competiciones, los atletas que no logran el éxito de las medallas al menos se pueden conformar con los segundos o minutos de televisión y de redes sociales que sean capaces de provocar. Me tacharían de machista si citara las enormes pestañas postizas de moda que han lucido muchas de las deportistas y no dejara de señalar los peinados y poses de los olímpicos en todas las modalidades.
Tiempo habrá de hacer un balance en profundidad de un acontecimiento universal donde todos y cada uno de los deportistas quiere participar. Y ganar. El ejemplo más claro son las grandes estrellas de la NBA como LeBron James, Stephen Curry o Kevin Durant empleándose al máximo para ganar el oro y después mostrar una gran alegría. O el tenista serbio Novak Djokovic, dándolo todo para ganar al joven Carlos Alcaraz.
Todos quieren una medalla, la de oro, pero también se dejan la vida por la de bronce, como los jugadores españoles de balonmano. Hay quien se volvió a romper la rodilla y nos heló el corazón a todos. Carolina Marín acariciaba la final en bádminton, al menos la medalla de plata, aunque seguro que hubiera ganado el oro, pero el deporte de élite es muy exigente e injusto demasiadas veces, sobre todo con deportistas como Carolina que, a la tercera rotura, puede verse obligada a dejar la raqueta.
Sacrificio, esfuerzo, talento, perseverancia, entrenamiento y dedicación de los atletas que requieren imprescindiblemente del apoyo de su país.
Tienen que prepararse siempre y para ganar necesitan tener unos recursos adecuados con unos planes serios y profesionales.
Cuando la bandera sube y suena el himno por haber ganado el oro lo están viendo millones de personas en todo el mundo.
Una gran inversión que hay que realizar con una buena estrategia y con unos planteamientos profesionales que sean generosos y exigentes.
Si se trabaja bien, los éxitos compensan mucho en imagen, prestigio, simpatía y confianza más que de sobra, la inversión.