las baterías eléctricas

Dos hechos importantes han tenido lugar recientemente relacionados con el mundo de la energía. El primero es el cierre definitivo de las tres últimas centrales nucleares activas en Alemania, decisión tomada por la excanciller Angela Merkel hace diez años, a raíz del accidente nuclear de Fukushima en Japón, el 11 de marzo de 2011, incidente provocado por un movimiento sísmico producido mar adentro, con el consecuente maremoto e inundación de las instalaciones generadoras. Con el cierre de las centrales Isar 2, Neckarwestheim 2 y Emsland, el país germano pone punto y final a este tipo de generación eléctrica.

La segunda noticia que considero relevante es el valor cero del precio de la energía producido el pasado domingo 16 de abril entre las 11:00h y las 18:00h por el método subasta eléctrica.

Es de suponer que los fuertes vientos que hemos tenido estos días han provocado una elevada generación de energía eólica, que sumada a la fotovoltaica en horas de sol, y por efecto de las leyes de mercado, han hecho que la oferta o generación eléctrica total superase en ciertos momentos la demanda o consumo a nivel nacional.

Estos datos proporcionados por OMIE, Operador de Mercado Ibérico de la Energía, ponen de relieve el peso que están tomando cada día más las instalaciones eléctricas renovables.

Con 30 Gigavatios de potencia de origen eólico ya en funcionamiento y 17 Gigavatios de generación solar en nuestro país, nos hace competir en el pelotón de cabeza del ránking puesto de moda desde hace unos años de economías sostenibles o ESG, con objetivos de reducir el nivel de contaminación y ser menos dependientes de fuentes de energía fósiles (carbón, petróleo y gas) en relación a la producción de energía.

A nivel de comparación, recordemos que la potencia de cada una de las siete centrales nucleares en funcionamiento en el estado es de aproximadamente 1 Gigavatio.

Estas informaciones ponen de relieve temas que nos son cercanos tanto en distancia, como por la implicación a nivel económico y social. Dos pesos pesados de la Unión Europea como son Alemania y Francia han adoptado decisiones totalmente opuestas en lo referente al suministro de energía de origen nuclear.

Nuestro país vecino, con mas de 50 reactores nucleares en funcionamiento y con el proyecto de acelerar la construcción de nuevas instalaciones generadoras, ha valorado más la nula emisión de CO2 en su proceso de generación eléctrica, no colaborando con ello al cambio climático provocado por otros tipos de centrales eléctricas.

Otro motivo que juega a su favor es la seguridad de un suministro eléctrico constante, no dependiendo de las inclemencias ambientales. En horas nocturnas y en días de escaso viento poca energía generarán nuestras instalaciones renovables.

Por contra, en la decisión alemana han pesado más la peligrosidad del combustible radiactivo que utiliza en su generación y las posibles consecuencias sobre el territorio de cualquier tipo de incidente que pudiera tener lugar en sus instalaciones. Importantes consecuencias e importantes decisiones en los dos casos.

A falta de un calendario concreto, las administraciones competentes españolas fijaron fecha al cierre definitivo de los diferentes grupos generadores de energía eléctrica de origen nuclear para el año 2035.

Parece una fácil decisión la que han de tomar nuestras autoridades, pero con fuertes repercusiones tanto a nivel económico como de planificación industrial.

Otro de los temas guarda relación con los montajes de placas solares que se instalan en domicilios particulares y comunidades de vecinos.

Prácticamente la totalidad de proyectos de placas solares acaban conectándose a la red eléctrica para suministrar energía cuando la generación es superior a nuestro consumo eléctrico, especialmente en horas de sol (de 10:00h a 17:00h) y para abastecernos en horas nocturnas, momento en que nuestras placas solares están de relax.

Si consultamos las páginas del regulador del mercado energético ibérico, vemos que en horas de máxima insolación el precio de la energía es mínimo, aumentando en horas nocturnas en ausencia de generación solar.

Las consecuencias de ello son que la compañía suministradora te valora a un precio muy diferente la energía que tú has aportado gracias a tus placas en horas alrededor del mediodía, de la que te cobra por la que consumes de la red en horas de noche.

Una solución a este tema es añadir baterías a nuestra instalación renovable. La tecnología que hace servir dichas baterías y la utilización de metales pesados como el litio en su fabricación eleva el presupuesto final multiplicándolo prácticamente por dos, cosa que ha provocado en muchos casos su caída del proyecto inicial, pero su inclusión representa un gran beneficio consiguiendo llegar a reducir la factura eléctrica hasta en un 75%.

La energía generada en horas de sol es almacenada y consumida en el momento de su ausencia. El consumo de la red eléctrica en instalaciones bien gestionadas con cálculos correctos en consumo y generación puede llegar a ser cero, llegando a pagar únicamente los derechos de conexión a la empresa suministradora. Representa un mayor costo inicial, pero a largo plazo, también un mayor beneficio tanto económico como ecológico.

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