¿La alerta mundial por la viruela del mono debe preocuparnos?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado la viruela del mono (rebautizada como mpox) una emergencia de salud pública a escala internacional tras el aumento de casos en la República Democrática del Congo y la posibilidad de una mayor propagación.

Esta decisión desencadena ahora una respuesta internacional coordinada ante un acontecimiento extraordinario y la movilización de recursos, como vacunas y pruebas diagnósticas, para frenar la propagación de esta enfermedad infecciosa.

Pero la OMS no ha declarado el mpox pandemia. Más bien, las medidas que ha puesto en marcha están diseñadas para evitar que se convierta en una.

La mpox, también conocida como viruela del mono, es una infección vírica estrechamente relacionada con la viruela. Los síntomas iniciales incluyen fiebre, dolor de cabeza, inflamación de los ganglios linfáticos y dolor muscular. A continuación aparece una erupción típica, principalmente en la cara, las manos y los pies.

La propagación de la viruela por algunos países africanos llevó a los Centros Africanos para el Control y la Prevención de Enfermedades a declarar a principios de esta semana que la viruela es una emergencia de salud pública de seguridad continental. Es la primera vez que la organización emite una alerta de este tipo desde su creación en 2017.

La situación en la República Democrática del Congo, en África central, es especialmente preocupante desde hace más de un año.

La viruela del mono es endémica en algunas partes de África central y occidental, donde el virus existe en los animales y puede propagarse a los humanos. Los brotes han ido en aumento, con más propagación entre humanos, desde 2017.

Esto se debe en parte a los muy bajos niveles de inmunidad al virus mpox, que está relacionado con el virus que causa la viruela. La vacunación masiva contra la viruela cesó hace más de 40 años en todo el mundo, lo que resulta en una inmunidad mínima en las poblaciones actuales contra la viruela mpox.

En un mundo interconectado y móvil, los casos pueden propagarse a otros continentes, como lo hizo el mpox en 2018 de Nigeria al Reino Unido y otros países.

La declaración de la OMS del mpox como emergencia de salud pública de importancia internacional ayudará a movilizar las vacunas allí donde se necesiten. Los Centros Africanos para el Control de Enfermedades ya habían iniciado negociaciones para conseguir 200.000 dosis de vacunas, que es una fracción de lo que se necesita para controlar la epidemia en la República Democrática del Congo.

En última instancia, una epidemia grave en cualquier parte del mundo es una preocupación para todos nosotros, ya que puede propagarse globalmente a través de los viajes, como vimos con la pandemia de la covid-19.

Controlarla en su origen es la mejor medida, y la última declaración de la OMS ayudará a movilizar los recursos necesarios.

La inteligencia epidémica de código abierto –como el uso de la IA para controlar las tendencias de las erupciones y la fiebre– también puede utilizarse como sistema de alerta temprana en países con sistemas sanitarios débiles o retraso en la notificación de casos.

La comunicación eficaz y la lucha contra la desinformación y las reacciones contrarias a las medidas de salud pública también son fundamentales. Ya vimos lo importante que fue durante la pandemia de Covid-19.

Ahora, la OMS coordinará la respuesta mundial al mpox, centrándose en la equidad en la prevención de la enfermedad y el acceso al diagnóstico y las vacunas. Depende de cada país hacer todo lo posible para cumplir el Reglamento Sanitario Internacional y los protocolos sobre cómo se gestiona una emergencia mundial de este tipo.

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