El Palomitón Payá

En el pasado siglo había juguetes que hoy no pasarían los correspondientes controles de seguridad en la UE. Estaban los juegos de química como el Ciencia Explosiva Science4You para hacer experimentos explosivos como géisers, cohetes, bombas o cambiar de forma mágica el agua de color.

En España los niños jugábamos a hacer palomitas de maíz con la Locomotora Payá. Se trataba de una máquina de tren enchufada a la red eléctrica en donde introducías aceite de oliva y cuando empezaba a calentarse a doscientos treinta grados metías los granos de maíz y empezaban a hincharse las palomitas. Como el cable era muy corto y necesitabas un transformador de 125 V., mis hermanos y yo las cocinábamos en el suelo muy cerca de los enchufes en los que ni el macho ni la hembra eran de seguridad, como ahora.

También por entonces hubo un popular anuncio de Renfe que invocando a la seguridad vial decía «Papá, ven en tren». Y es que el reciente anuncio del acuerdo de gobierno entre Sumar y Sánchez, presentado en sociedad de una forma meliflua, va a suprimir todos los vuelos en trayectos que puedan recorrerse en ferrocarril en menos de dos horas y media.

Aparte de que Barbie y Ken han reducido la jornada laboral sin acuerdo de los agentes sociales ni del parlamento, el ministro de asuntos exteriores estuvo en Bruselas defendiendo el uso del catalán sin ningún informe previo y los socios europeos han preguntado por qué tenemos que correr tanto con ese asunto, como si no lo supieran.

Recuerda al Set de Fundición de plomo Gilbert donde los niños fundían el material tóxico en un crisol para hacer soldaditos. Estamos asistiendo a un fenómeno extraordinario, eléctrico-magnético, para poner de acuerdo a fuerzas en desacuerdo y formar un gobierno Snacktime, unas muñecas con boca motorizada que simulaban comer verduras y frutas de plástico pero acabaron devorando sus propios dedos.

Esta parte del acuerdo entre Ken y Lady Cohete solo era la sesión infantil, ahora viene la segunda parte, el juego de patriotas para lograr un gobierno estable. El acuerdo con los nacionalistas PNV, Bildu, ERC y especialmente con el profesor chiflado Puigdemont cuyas bases le han pedido bloquear la investidura. En juego está la amnistía de dudosa legalidad y la autodeterminación; y la cuestión no es si van a pactar para repartirse el trofeo, sino con qué recortables van a vestir a la muñeca para presentarla en sociedad.

Las Sky Dancers eran unas bailarinas voladoras como mariposas que dejaron tuertos a numerosos chiquillos. Estos partidos piden y piden ante la ambición de Sánchez por seguir viajando en el Falcón en vez de coger el tren porque están pensando en las elecciones autonómicas donde se juegan su autogobierno. El gobierno español que salga aupado estos pactos no tendrá el apoyo del Senado ni de casi ninguna de las Comunidades autónomas y el castillo temblará a las primeras de cambio.

A pesar de no tratarse de un entretenimiento de niños, sino que afectará a la vida de muchos millones de personas, todo esto anuncia más peligro que la Austin Magic Pistol causante de numerosas quemaduras en los pequeños, pues lanzaba bolas de ping-pong con explosiones a partir de una reacción química de calcio carbónico y agua que creaba acetileno, un gas muy inflamable con temperaturas de 3.250ºC.

No estamos hablando de esos juguetes enanos que la OCU pide retirar por si pueden los niños atragantarse causándoles asfixia, ni siquiera del rayo láser en forma de granada que los deja ciegos. Cuando van con el maletín a negociar llevan encima el Laboratorio de energía atómica Gilbert U-238 para niños a partir de seis años que incluía además de nitrato de sodio, cloruro de amonio, cloruro de cobalto o cianuro, cuatro tipos de uranio de bajo nivel de radiación (Pb-210, Ru-106, Zn-65 y Po-210). Y que está considerado, junto con los dardos, el juguete más peligroso de la Historia y motivo para retirar la custodia de los hijos.

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