El aeropuerto de Reus debe aprovecharse mucho más

Ya en pleno verano queremos compartir las reflexiones sobre el uso del aeropuerto de Reus y la necesidad de alargar la temporada turística, dado el potencial número de visitantes. El Col·legi d’Economistes ha participado en reuniones sobre esta temática y ha constatado el consenso generalizado de la demarcación de Tarragona sobre la infrautilización de nuestro aeropuerto, que además de ser la puerta de entrada del turismo estival de la Costa Daurada (principalmente de británicos) debe ejercer de extensión del localizado en El Prat (7º europeo en volumen).

Como sucede en muchos lugares de Europa, existen unos aeropuertos ‘periféricos’ que dan servicio a grandes ciudades. Londres cuenta con Heathrow como aeropuerto de referencia, pero también con Gatwick, Stansted o Lutton. Lo mismo puede decirse de París, con Charles de Gaulle, Orly y Beauvais. En 2023 el Prat tuvo 50 millones de pasajeros, Girona 1,6 y Reus 1. Esto significa que Barcelona acaparó el 95% del tráfico aéreo de personas en Catalunya. Ese año el número aproximado de pasajeros en los aeropuertos londinenses citados fue respectivamente de 79, 41, 28 y 16 millones. En París las cifras ascendieron a 67, 32 y 6 millones según el mismo orden. Considerando que las áreas metropolitanas de estas dos capitales son mucho más grandes que la de Barcelona, la distancia de los aeropuertos al centro de la ciudad tampoco debe representar un impedimento para el desarrollo de Reus (114 kms.) o Girona (88 kms.). La clave pasa por una buena conexión de transporte (especialmente ferroviaria y de alta velocidad). En el caso de Londres los aeropuertos mencionados se encuentran a 32, 45, 63 y 56 kms., respectivamente de la ‘City’. El más alejado del centro de París es Beauvais, a 78 kms. Por realizar una comparativa “razonable”, Stansted representa el 17% del tráfico londinense de pasajeros mientras Reus sólo llega al 2% del catalán.

En España también podemos encontrar casos de aeropuertos próximos con un reparto porcentual de pasajeros más ajustado (en millones de pasajeros entre paréntesis). Entre los de Tenerife Norte (6) y Sur (12) hay 70 kms.; entre Valencia (10) y Alicante (16), 125 kms.; entre los aeropuertos de Vigo (1), Santiago (3,5) y A Coruña (1) hay 160 kms.

Otros aspectos relevantes para fijar la ubicación y desarrollo de los aeropuertos son el coste de la infraestructura, la preservación de espacios naturales y la proximidad de núcleos residenciales, para minimizar el inevitable impacto de contaminación y ruidos. También aquí, Reus parte con ventaja: proviene de una instalación militar y está bastante alejado de las principales ciudades o zonas naturales sensibles, de tal manera que los despegues y aterrizajes afectan a un menor número de habitantes. No hay prácticamente ningún aeropuerto europeo ‘pacificado’ en este sentido.

Parece lógico exigir a las autoridades competentes que realicen las gestiones necesarias (en licencias, tasas, conexiones etc.) para proyectar el aeropuerto de Reus a su nivel potencial. De las 5 aerolíneas con más tráfico del Prat 4 son de bajo coste. Lo razonable es que crezca en las conexiones de radio largo (más de 9.000 kms.) y libere algunos vuelos de compañías low cost (Ryanair, Vueling, Easyjet...), que deberían ir a Reus y Girona. En el tema de las mercancías también hay margen para descentralizar vuelos desde El Prat, ya que hay centros logísticos importantes en el territorio.

Nuestra benigna climatología durante todo el año debería ser otro motivo más para incrementar el uso del aeropuerto de Reus, con el objetivo de atraer el turismo británico, nórdico, irlandés, belga, alemán etc. En primavera y otoño se podría incrementar notablemente el número de visitantes nacionales y extranjeros que llegan por vía aérea.

Lógicamente existen muchas derivadas para desestacionalizar la temporada turística: el calendario escolar, la oferta de actividades deportivas, culturales, gastronómicas etc. en temporada baja, la apertura de Port Aventura casi todo el año, el potencial del turismo sénior etc.

En resumen, las decisiones y las inversiones en las infraestructuras aeroportuarias (fundamentales para el sector turístico) se deben realizar con visión de medio y largo plazo, para beneficiar al conjunto de la economía tarraconense. Todavía queda mucho camino por andar en el caso del aeropuerto de Reus.

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