Tarragona, la jungla de asfalto
Cada vez me cuesta más salir a la calle. La invasión de ciclistas en todas las aceras de peatones en la ciudad es generalizada. Van a toda velocidad entre la gente sin respetar a los peatones, sin ser conscientes de que constituyen un peligro para la integridad física de las personas que van a pie y muchas veces no pueden reaccionar porque son personas mayores o simplemente porque los ciclistas aparecen por la espalda y no se ven.
Este ayuntamiento no parece tener ninguna normativa sobre la circulación de bicicletas por las aceras y si la tiene no hay control ni sanción.
Lo peor es que en poco tiempo la situación se ha descontrolado y se ha convertido en un calvario salir a la calle. Todo el mundo hace lo que quiere sin ningún respeto. No hay que olvidar que las bicicletas son vehículos con una estructura metálica y que adquieren una cierta velocidad y un encontronazo puede hacer mucho daño a una persona. Tampoco hay que olvidar que paseos y aceras son para caminar y no para que circulen vehículos.
¿Cuantos accidentes y personas contusionadas necesitamos para que el consistorio reaccione? Los ciclistas se quejan de que no hay carril-bici, pero ¿qué culpa tenemos los peatones?
Regina Pérez
(Tarragona)