Plaça de la Font vs Font del Centenari
El runrún, las guerras y el topo
Aquel chiste del tricornio y la mala leche parece reproducirse en el banquillo del Madrid, tal es la crispación genética que ahí se vive. Ya está Benítez, entre autobús y autobús, apagando fuegos –Madrid se quema–: un manguerazo en lo de Bale, otro en lo de Ramos y una dotación completa para Cristiano. El último hidroavión sobre Concha Espina deberá sofocar el asunto del médico. Al parecer, habemus topo:nada más y nada menos que el jefe de los servicios médicos, al que ahora el vestuario quiere vetar. En cualquier caso, es ponerse de entrenador merengue y volverse agrio, huraño, receloso por saber de dónde vendrá la próxima puñalada. El cargo daría a Gandhi ganas de matar. El Barça se ha puesto ibicenco y temerario; también un poco burgués, porque en la deconstrucción de su fútbol total también se contempla darle el balón al rival, como ante el Rayo. Prefiero eso que vuestra guerra eterna, ese runrún tóxico que ha dejado en nada el célebre entorno cruyffista.- Raúl Cosano
El primero de la clase y un colador
El primero de la clase, el más pillo, el que se liga a la más guapa... el líder de la manada. En sólo ocho jornadas todo ha vuelto a su sitio: ya vamos primeros. Como siempre. La victoria ante el Levante fue la 1.594 del Real Madrid en 82 temporadas de Liga, en las que suma 3.067 goles a favor y 4.217 puntos –121 más que el Barcelona–. Ahí es nada. Por algo somos el mejor equipo de la historia. En la única estadística en la que el Barça supera al Madrid es en la de penaltis a favor esta campaña. Os han pitado siete en ocho partidos. Ah, y ninguno en contra. Tela. Y todavía tenéis la cara de decir que hay una conspiración arbitral contra vosotros. Bueno, también podéis ‘vacilar’ de que os han metido más goles (11) en estas ocho jornadas que al Eibar (7) o el Getafe (8). Podéis patentar un nuevo colador para que no llegue la pulpa del zumo de naranja al vaso. Igual por ahí se esfumaron los supuestos millones que faltan del fichaje de Neymar. Seis meses de sanción pide el Santos para el brasileño. Otro lío.- Javier Díaz