Mn. Miquel Barbarà
Su amor a la archidiócesis y a nuestra tierra han sido para mí ejemplar
Me llega la triste noticia del fallecimiento de Mn. Miquel Barbarà Anglès (q.e.p.d.). El desenlace parecía cercano, pero la muerte de una persona muy querida no deja de dejarnos tristes, pensativos. Pasan por nuestra cabeza las veces que hemos estado con esta persona, y en este caso, han sido muchas, muchísimas, y en cuanto nos conocimos, ha sido para mi una de las personas más queridas.
Mi primer contacto con la Archidiócesis de Tarragona fue en julio de 2004 fue precisamente con él, que era entonces Vicario General y en una comida en la que asistió Mons. Luis Martínez Sistach y el Secretario General, Mn. Joaquim Claver; había que concretar la fecha de mi ordenación episcopal y entrada en la Archidiócesis.
Luego Mn. Miquel fue elegido Administrador diocesano de la archidiócesis de Tarragona cuando tomó posesión de la Archidiócesis de Barcelona el Dr. Martínez Sistach el 19 de julio de ese año 2004.
Pasado los primeros momentos, al día siguiente de mi ordenación, tuve un primer consejo episcopal y le nombré Vicario General. Y puedo decir que, a lo largo mis 15 años de episcopado en Tarragona, ha sido un fidelísimo servidor, un amigo muy querido, al que tuve siempre cerca, para asesorarme en todos los asuntos de gobierno, cargar con temas difíciles y complicados.
Su amor a la archidiócesis y a nuestra tierra han sido para mí ejemplar. ¡En cuántas ocasiones pude gozar estando con él y la familia que le acompañada, hoy también fallecidos! Pero siempre ha tenido al lado el cariño y el cuidado de Juanjo y Grace, y sus tres hijos; siempre al lado de la Catedral, muy cerca de la Mare de Déu del Claustre,
Tuve la alegría de poderle abrazar en el pasado mes de agosto. Un momento emotivo porque su mirada y sus palabras sonaban a despedida.
Descanse en paz; y que desde el cielo nos ayude a seguir sirviendo a la Iglesia y a nuestra querida archidiócesis de Tarragona.
Jaume Pujol Balcells, Arzobispo Emérito de Tarragona