Más comercio rural para detener la desertización
El comercio de proximidad siempre ha sido y sigue siendo el motor en la recuperación económica y riqueza en nuestros pueblos, con una presencia importantísima en la contratación laboral
Son varias las medidas que se vienen planteando para impulsar el comercio de proximidad en el ámbito rural, pero muchos insisten en el apoyo a la construcción de redes para la comercialización y distribución entre el comercio urbano, agricultores y consumidores, así como medidas permanentes y ventajas fiscales y administrativas que ayuden a fomentar la presencia de este tipo de comercio en los pueblos.
Hay algunos pueblos donde asociaciones representativas de actividades comerciales y autónomos se han unido para reclamar un impulso al comercio en el mundo rural. Esta es una fórmula importante para combatir la despoblación. Además, en los tiempos que nos ha tocado vivir, el comercio de proximidad y la venta ambulante no sedentaria tienen un papel de punto de encuentro con la producción agrícola.
El comercio de proximidad siempre ha sido y sigue siendo el motor en la recuperación económica y riqueza en nuestros pueblos, con una presencia importantísima en la contratación laboral. También ofrece un servicio público y, por tanto, debe contar con un apoyo institucional claro a la hora de abordar la política del reto demográfico.
La postpandemia ha permitido un reencuentro y una reapertura de la actividad comercial en el medio rural, si cabe a un ritmo más ágil que en los municipios medianos, las ciudades, áreas urbanas y metropolitanas, aunque los problemas que los pueblos arrastraban siguen todavía ahí.
Los comercios y negocios de proximidad se convierten en realidades de interés y grandes alternativas para los jóvenes rurales. Cada vez son más los jóvenes que, después de haber terminado sus estudios, valoran muy seriamente las posibilidades de emprender su futuro en el ámbito rural, aportando sus conocimientos, convirtiéndolo en un entorno atractivo, con efecto llamada, destacando los encantos increíbles que el entorno rural puede ofrecer no solo a sus habitantes, sino también a los visitantes, turistas y nuevos habitantes, que además es absolutamente necesario para evitar que la gran amenaza de la desertización rural se haga cada vez más grande en nuestro territorio.
El respeto al medioambiente, la sostenibilidad, el gran paisaje turístico y la increíble calidad de vida hace reflexionar cada vez más a nuestros jóvenes que cada vez más estudian la posibilidad de acercar su vida al medio rural. Es necesario que nuestros dirigentes políticos apuesten muy seriamente, y en la mayor brevedad posible, por nuestro medio rural.
Cabe destacar que en el siglo XXI tenemos un grave, incomprensible e importante déficit tecnológico en relación con la conectividad en los núcleos rurales. Sabemos que es frecuente encontrarnos con zonas con muy poca accesibilidad a Internet y redes de comunicación. Esto ha sido uno de los problemas que han provocado el desencanto entre los jóvenes que hay que frenar de inmediato. No es posible generar riqueza ni apostar por la creación de empresas sin la existencia tecnológica y la implantación de las redes de comunicación, si no se garantiza la telefonía móvil y la banda ancha, no habrá actividad competitiva en los pueblos.
Desde PIMEC Comercio hablaremos y negociaremos con el Instituto Catalán de Finanzas (ICF), la banca pública de Cataluña, para ofrecer a los jóvenes emprendedores de este medio rural créditos con un tipo de interés muy atractivo para que vean posible la puesta en marcha de sus negocios. No dejemos que crezca el abandono en nuestros pueblos como lo que hoy ya es una realidad, en La Mussara, El Fonoll, Remullà, Marmellar o Corbera d’Ebre.