Las buenas noticias también son noticia
Queridos lectores, antes de nada, ¡felices fiestas! El último artículo de 2022 podría haberlo dedicado a la guerra de Ucrania, que en dos meses cumplirá un año. O a los estragos de una inflación que superó en julio el 10,8%, un nivel inédito en 38 años (desde septiembre de 1984), que se ha moderado recientemente (noviembre acabó con un 6,8% de incremento del IPC en Tarragona) y que nos ha hecho perder casi mil euros de poder adquisitivo. También podría haber escrito de la subida del precio del dinero hasta el 2,5% en la eurozona, un aumento de los tipos de interés hasta niveles nunca vistos desde 2008. O del notable incremento del tráfico y también de la accidentalidad en la AP-7 desde que en septiembre del año pasado venciera la concesión del tramo de Vila-seca a la frontera francesa. O del lamentable espectáculo que hemos vuelto a vivir, especialmente en el Congreso de los Diputados, entre nuestros políticos, que con la bronca permanente lo único que hacen es alejarse, cada día más, de los ciudadanos. O de la emergencia climática. Llegamos a Navidad con temperaturas impropias. Este 2022 cierra como el tercer año hidrológico más seco desde 1961 y con 306.000 hectáreas calcinadas por incendios, el peor balance en quince años.
Asimismo, podría volver a lamentar el colapso de nuestro sistema sanitario, especialmente de la atención primaria. Una de nuestras redactoras de la delegación de Tortosa, Maribel Millán, me comentaba indignada el miércoles que había solicitado cita para ir al médico de cabecera y le habían dado para el 20 de enero, casi un mes después.
También en clave local, podría haber lamentado que haya vuelto a pasar otro año y sigamos sin dar uso a equipamientos emblemáticos como el Banc d’Espanya en Tarragona. O que ahora que hay un proyecto para recuperar, tras once años de abandono, la Ciutat de Repòs i Vacances, la idea de convertirla en un albergue, donde, entre otros «se promocionará el bienestar emocional de niños, adolescentes y jóvenes», se hayan desatado todos los fantasmas. Especialmente, que vaya a ser un centro para «menores no acompañados», conocidos de forma despectiva como «menas».
Pero no, mi particular resumen del año es para poner en valor noticias en positivo, que las hay.
Tres ejemplos de solidaridad
Empiezo haciendo referencia a la recuperación de la normalidad tras la pandemia de Covid. Parece que nos hemos olvidado de lo vulnerables que nos sentimos, confinados en nuestras casas, impotentes ante un virus. El fin de las restricciones de movilidad y de las mascarillas, excepto en algunos ámbitos, nos ha llevado a valorar y a vivir con intensidad aquellos momentos colectivos que nos unen y son parte consustancial de nuestra identidad, desde las fiestas mayores a los castells, o simplemente las celebraciones familiares.
Ante la guerra de Ucrania, los ciudadanos hemos vuelto a demostrar que vamos por delante de las administraciones. Cuando todavía no se habían abierto corredores humanitarios para las personas que necesitaban escapar de la guerra, ya habían particulares que fueron a recoger familias con sus propios coches y hoteles y campings de la Costa Daurada que se ofrecieron a dar cobijo a los refugiados. Por no hablar de la cantidad de alimentos, medicamentes y otros productos recogidos en las múltiples campañas organizadas por diversas entidades, incluido el Diari.
Numerosas entidades y personas se han volcado también para visibilizar la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), recaudar fondos para la investigación y ofrecer apoyo a las personas afectadas y sus familias para mejorar su calidad de vida, entre ellas, el cambrilense Siscu Morell, reconocido con la Medalla de Honor de la ciudad y artífice, entre otros, de la asociación Swim For ELA.
La implicación de la sociedad civil y, en particular, de cuatro jóvenes evitó que uno de los establecimientos emblemáticos de Tarragona y foco cultural de la ciudad, la librería La Capona siga adelante tras la jubilación de sus fundadores, los hermanos Ricard y Pau Espinosa y Pitu Rovira.
Cuatro vallenses en la cúspide
Cuatro mujeres de Valls han sido noticia más allá de Tarragona. La veterana payasa Pepa Plana, reconocida con el Premio Nacional de Circo. La seleccionadora de natación artística de Estados Unidos, Andrea Fuentes, que el 22 de junio logró salvar a una de sus nadadoras, Anita Álvarez, que se había desvanecido dentro del agua durante la final del solo libre. La cantante Mariona Escoda, que saltó este año a la popularidad por ganar el programa de TV3 ‘Eufòria’ con el 61% de la audiencia. La atleta Marta Galimany que, a principios de mes batía el récord de España de maratón.
Treinta años de la URV
Una de las instituciones que más ha marcado el devenir de nuestras comarcas, la Universitat Rovira i Virgili, ha celebrado cincuenta años desde la recuperación de los estudios universitarios en Tarragona a través de una delegación de las facultades de Filosofía y Letras y de Ciencias de la Universitat de Barcelona, y treinta desde su creación por el Parlament.
Nuevas empresas y empleos
Numerosas empresas han apostado por nuestro territorio este año. La surcoreana ILJIN Materials, fabricante de componentes de baterías, ha anunciado 600 millones de euros en Mont-roig, en su primera fábrica en Europa, que creará 500 empleos. Lidl ha adquirido una parcela de 185.000 metros cuadrados en Constantí para construir un almacén. Bon Preu, primer grupo de distribución de capital catalán, prevé destinar 204 millones de euros a una central logística en Montblanc. Hoy informamos que Kronospan, dedicada a la producción de tableros aglomerados con madera reciclada, prepara la puesta en marcha de su fábrica en Tortosa para el primer trimestre del año que viene, tras invertir 350 millones de euros.
Otra empresa situada en el polígono industrial Catalunya Sud, Florette duplicó este año el volumen de producción hasta las 6.000 toneladas de vegetales al año, lo que se traduce en 24 millones de unidades de ensaladas y otras verduras envasadas.
En definitiva, ha sido un año duro: sí, sin duda. Pero también tenemos motivos para el orgullo, para la celebración y el optimismo. He enumerado algunos, pero hay muchos más.
Acabo como empezaba: deseándoles felices fiestas y salud e ilusión para 2023. Nosotros intentaremos seguirles dando buenas noticias.