La Tarragona que sí se mueve
Anoche se clausuró el Festival REC, que ha rubricado una exitosa 15ª edición y es desde luego una actividad ya fija en el calendario cultural tarraconense. Una muestra de esa ciudad activa, contemporánea y vanguardista que también somos. Porque el REC no es una aparición aislada y excepcional en el discurrir del año en la ciudad. Nuestros 12 meses están salpicados de otras muchas iniciativas, eventos y actividades que se obstinan en contradecir aquello tan manido de «ciudad dormida y perezosa».
Cuidado:en efecto, Tarragona es una ciudad con carencias en el apartado cultural. Es una ciudad aún lejos de su potencial en ese terreno. Pero es también la ciudad que lleva 15 años organizando el REC. Y es la ciudad del Minipop, una propuesta exitosa y desde luego innovadora. La misma ciudad que lleva dos años empeñada en inventarse una manera original, única y desde luego popular de recibir al nuevo año:L’Espanta-sogres, el videomapping que podremos volver a ver sobre la fachada de la Catedral la noche del día 31, muestra sin duda de una ciudad que se mueve.
Y me tengo que detener ahí porque se me acaban las líneas, pero podría hablar de conciertos, de exposiciones, de artistas en sus talleres, de festivales de fotografía como el Scan, o de teatro como el FITT... Y todos los que me dejo y ruego no se me ofenda ninguno. Ejemplos todos de una ciudad nueva, que no reniega ni reemplaza a la heredada pero sí la complementa y la hace evolucionar. Insisto:no estoy ciego. Hay mucho por mejorar. Pero a veces nos pasamos de papistas y convertimos la autocrítica en menosprecio.