Ahora los cerdos somos los listos

Los europeos del sur. Hace 12 años éramos los PIIGS: P de Portugal; I de Italia; I de Irlanda; G de Grecia y S de Spain. Y hemos sido desde entonces los parias de la Unión Europea

Hace 12 años: entre el 2010 y el 2012 se hundían las Cajas de Ahorros (la Caja de Tarragona –¡Ay!– entre ellas y la del Penedès, además, entre escándalos de mala gestión) y Rodrigo Rato, hoy en la cárcel, intentaba evitar la quiebra de Bankia, ex Caja Madrid. Al final, la UE tenía que poner un rescate 33.000 millones para salvarla y salvarnos de la quiebra...Y no se han recuperado vendiendo todos aquellos pisos invendibles. Pero eso ya lo damos por perdido.

Hubo recortes en Sanidad, Enseñanza, sueldos públicos, pensiones... Entonces los europeos del sur éramos los PIIGS (pigs: cerdos en inglés) ¿Recuerdan? PIIGS por la P de Portugal; I de Italia; I de Irlanda; G de Grecia y S de Spain. Y hemos sido desde entonces durante una década los parias de la UE.

Economías «corruptas»

Los alemanes, holandeses, escandinavos y hasta franceses nos consideraban economías dudosas y corruptas. Los ibéricos, italianos, portugueses y no digamos griegos éramos gente de bien vivir y mal pagar muy fresca con siesta y fiesta (los esfuerzos de cierta catalanidad: no bastaron para diferenciarnos del resto de latinos y caímos en el mismo saco de los demás PIIGS).

El ministro alemán de Economía, Wolfgang Schäuble, nos acusaba de derrochadores y de que nuestras juergas y absentismos los pagaban los pobres ahorradores alemanes. Y Varufakis, el ‘sinpélido’ heleno de Syriza, la izquierda glamorosa helénica, recuerdo que me sugirió en una entrevista que simplemente dejáramos de pagar la deuda pública.

Vinieron ‘los hombres de negro’ de Bruselas y obligaron a pegar tijeretazos en el presupuesto público y todas las administraciones se aprestaron a ahorrar como locas. El paro se disparó durante unos años y la prima de deuda, el diferencial con la alemana, nos recordaba cada día lo desgraciados que éramos y el abismo que teníamos a nuestros pies que hubiera sido haber sido expulsados del euro.

Pues bien, han pasado esos 12 años y resulta que los españoles somos un prodigio de prosperidad europea; los portugueses crean más empleo que nadie y la deuda....¡griega! está mejor conceptuada que la francesa. Irlanda se sale y es ya más próspera que Reino Unido; pero se aprovecha de su condición de paraíso fiscal.

Varufakis se equivocaba; Schäuble, también. Y resulta que los hombres de negro, los tecnócratas que también enviaba el Banco Centra Europeo, con sede en Frankfurt, tenían razón. Hicimos los deberes; pusimos cierto orden en las cuentas públicas y hoy estamos mejor que Alemania, que está despidiendo a sus obreros en la Volkswagen y pierde mercados frente a China y Estados Unidos.

Dirán que es solo gracias al turismo. Bueno, pues será el turismo, pero lo cierto es que estamos volviendo a crear empleo como en los mejores tiempos. Se quejarán de la vivienda y de los sueldos bajos –son dos problemas complementarios– y yo les daré la razón; pero serían problemones mucho peores fuera del euro.

«Mi bolsillo no va bien»

También me dirán que lo chulito que se pone Pedro Sánchez anunciando el crecimiento de nuestra economía se le va a volver en contra cuando a la hora de votar la gente se pregunte: «Vale, España va muy bien, pero mi bolsillo, no». Y que será peor entonces en las elecciones para él que si todos fuéramos mal. Pero los expertos me aseguran que la economía solo influye en las urnas cuando, efectivamente y como le pasó a Zapatero, la economía se hunde para todos.

Así que la conclusión que me permito compartir con ustedes es que no hay nada como una buena crisis para arreglar un país. Y que los alemanes y franceses no sufrieron en su día la nuestra y ahora van a tener que ponerse las pilas por derrochadores; manirrotos; duerme siestas; por engañar con los diesel en su día y no innovar en los coches eléctricos como los chinos y por exceso de vacaciones.

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