La metedura de pata de Vox
Buena la ha liado el líder de Vox en Castilla y León cuando en pleno rifirrafe parlamentario se ha dirigido a una procuradora discapacitada del PSOE en estos términos: «Le responderé como si fuese una persona como todas las demás, y no como hace su equipo».
Lo peor ha sido la explicación del porqué de la frase. Le había prometido, remachó, que no la trataría «con condescendencia». ¿Es que puede haber más condescendencia que la frase de marras?
Vista con benevolencia, la expresión puede considerarse un lapsus linguae, o sea, equivocarse con las palabras y decir algo que no se quiere decir. Pero la explicación posterior demuestra que sí quería decirse lo que se dijo, o sea, que se trata de una metedura de pata como un piano.
Lo malo, pues, es que el subconsciente de García-Gallardo no considera su rival política, dada su condición, como todas las demás, y que si lo dice solamente lo es porque se lo ha prometido en un arranque de generosa benignidad. Con la de barbaridades que sus rivales políticos atribuyen sin venir a cuento a Vox sólo le faltaba añadirlas de propia cosecha, en un contexto, además, de particular y delicada sensibilidad ante las características diferenciadas de las personas.
Tan burda ha sido la metedura de pata que hasta el presidente regional, del PP, Fernández-Mañueco, se ha visto obligado a pedir disculpas. Y es que a quien más incomodan estas salidas de tono es a un Partido Popular obligado, sí o sí, a contar de una u otra manera con Vox si quiere gobernar. Y con burradas como ésta hay que reconocer que no se lo está poniendo nada fácil.