Una Navidad a vista, o no, de drones
Cuando era niño, en los tiempos de la EGB y los vídeos VHS, la Navidad empezaba con el sorteo de lotería del 22 de diciembre. Entonces poníamos el Belén en casa –nunca fui de árbol– y preparaba la carta a los Reyes Magos –tampoco fui de Papá Noel–. El anuncio de Freixenet confirmaba que ya estábamos en fiestas. Hasta escuchábamos cintas de villancicos. Ahora, la Navidad se ha adelantado un mes. Las luces iluminan las calles desde este viernes y estamos saturados ya de ver turrones en los supermercados y anuncios de juguetes en televisión. En PortAventura han sido más precoces todavía: la temporada navideña arrancó el 18 de noviembre.
Volviendo al encendido de luces del viernes, menudo fiasco el espectáculo de drones en Tarragona. Los cuatro que lo pudieron ver dicen que fue muy chulo. Pero eso, lo pudieron ver cuatro. El resto se fue a casa de vacío. Y encima hubo que esperar más de la cuenta porque se retrasó. El Ayuntamiento ha pedido disculpas y admite que «no pudo contemplarse desde todos los puntos previstos». Pues nada, a resignarse una vez más.