El amor de las mascotas

Uno no entiende lo que significa una mascota hasta que tiene una. El Juanfran de un pasado encontraba excesivo el amor que le procesaban algunas personas a sus animales. «Ni que fueran personas», llegué a soltar alguna vez haciendo alarde de una ignorancia absoluta. Sin embargo, la vida es sabia y siempre enseña. Yo hace poco menos de dos años que encontré mucho amor en un gato llamado Nicolás. Era la mascota de mi pareja y poco a poco se fue ganando mi cariño. Lo que comenzó siendo una anécdota se ha convertido en una certeza absoluta. Nicolás me da esa paz y ese amor que muchas personas no han conseguido transmitirme. Llegar a casa y ver que espera en la puerta para saludarte o saber que van a ser las 21.00 horas y va a venir a buscarte para su cena son pequeños gestos cotidianos que convierten el día a día en una bonita rutina. Por eso esta plumillita es para Nicolás y para todas las mascotas del mundo.

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