Drones inteligentes en el entorno rural

La primera webcam de la historia nació en 1991 en The Trojan Room, un antiguo laboratorio de computación de la Universidad de Cambridge (Reino Unido). Sus creadores, Quentin Stafford-Fraser y Paul Jardetzky, estaban hartos de ir a la máquina de café y que estuviera vacía, así que idearon este dispositivo para vigilarla sin moverse de sus sillas y así no levantarse en vano. La cámara capturaba imágenes de 129 x 129 píxeles en blanco y negro y contaba con una tasa de refresco de un fotograma por segundo. Suficiente para distinguir si había café en la cafetera. Funcionó hasta agosto de 2001.

Las webcam se han sofisticado y estamos completamente habituados a ellas. No hay ordenador ni teléfono móvil sin una incorporada. Vivimos en un permanente Gran Hermano. En Móra la Nova, la Fundació i2CAT probará drones inteligentes 5G, equipados con cámaras, para ayudar a los agricultores y ganaderos a monitorizar el ganado, el control de plagas o la fertilización de cultivos. También servirán para videovigilancia o para detectar incendios forestales. El entorno rural se moderniza.