y tan lejos
El contenido simbólico a través de una imagen no hace más que crecer, en general, en la sociedad. Y en prensa escrita, de forma particular. Tal vez una causa podría deberse al hecho de volvernos adictos a hacernos fotos a la menor ocasión posible.
Esa sensación de inmortalizar el momento como atrapado y controlado por el ser humano parece funciona. Creemos que podemos con todo, incluidos los elementos intangibles como el tiempo. Las fotografías nos demuestran que paramos el tiempo en ese momento y, de ahí, su éxito.
Volviendo al tema que nos ocupa, la Política, y extrayendo de los medios de comunicación una fotografía que podríamos definir ‘histórica’ por su carga emocional y por contar tanto diciendo tan poco, es la aparecida en todos los medios de comunicación a resultas de la ley del sí es sí. Menuda fotografía. Tanta información que es difícil saber por dónde empezar su análisis.
Bajo un prisma político, la primera idea que desprende es la vuelta al bipartidismo. Por dos cuestiones: las dos ministras Belarra y Montero solas, con un PP pletórico aplaudiendo.
Del análisis podemos extraer lo que es por todos conocido: el PSOE esta cansado ya de tanta exigencia por parte de un partido que parece no entender cuál es su fuerza y su posición en este pacto de gobierno. Les restan más que suman.
Coaliciones no positivas derivadas del sistema electoral. El PSOE les ha devuelto dobladas tanta exigencia y tanto desacuerdo en temas de gobierno con esta soledad en el hemiciclo. Por otra, volvemos otra vez al pacto entre grandes formaciones: PSOE y PP juntos para poder arreglar el desaguisado realizado por la formación morada. Recordando, por tanto, los tiempos del bipartidismo imperfecto en el Congreso de los Diputados.
Otra característica que se puede extraer es la falta de experiencia de la formación morada en temas políticos. Se entiende que otra expresión tendrían si tuviesen experiencia y formación política.
Si bien es cierto que el voto es extensible a toda la población mayor de 18 años y que todo el mundo tiene el derecho a un cargo público, está claro que otro gallo hubiese cantado si acumulasen años de experiencia y formación parlamentaria. Mucha filosofía política no acumulan cuando no han sabido ‘salir airosas’ de este desaguisado por su formación realizado.
Consecuencia de ello es la revancha de la formación de Pablo Iglesias. Ya al día siguiente la ministra Belarra argumentaba en los medios de comunicación que «hay que cuidar la coalición», en clara alusión al episodio amargo vivido por ellas.
Por lo tanto, ya podemos los ciudadanos tener paciencia, pues ahora, igual que en un patio de colegio, ya han empezado con esas arengas que tan bien saben formular y predican hasta la saciedad con clara alusión victimista.
Sin darse cuenta de que con ello perjudican seriamente el arte de la política, puesto que la ciudadanía lo que quiere son propuestas que ayuden a mejorar su día a día y no si tú me has dicho o lo he dicho yo.
De esta forma de actuar la ciudadanía está cansada. Con ello solo consiguen aumentar la brecha entre ciudadano y política, brecha que en una década ha aumentado de forma alarmante.
Siguiendo con las declaraciones realizadas por la formación morada, está claro que no hace falta analizar su opinión con respecto al PP. Tampoco las reacciones de su socio.
Sin embargo, este tipo de declaraciones lo que lleva implícito, una vez más, es a aumentar la polarización de la sociedad, al clasificarse el ciudadano en un bando determinado, entendiendo al que no piensa como él como su enemigo, dando lugar a una confrontación asegurada.
Este tipo de conducta en la sociedad empieza a verse preocupante desde un punto de vista de la Ciencia Política. Ahí sí que todas las formaciones deberían hacer una reflexión para no polarizar aun más a la sociedad.
Para acabar, unos cuantos guiños a la psicología política nos indican que sus caras lo decían todo. Serias, muy juntas, solas ante el peligro, eran la viva imagen de lo contrario a lo que pretendían con la realización de esta ley. Juntas pero al mismo tiempo separadas. Sus miradas así lo indican.
a mirada de la ministra Montero inclinada hacia el hemisferio derecho indica que predomina el lado emocional, asume el rol de víctima. Todo lo contrario a la ministra Belarra, su mirada, enfocada hacia el hemisferio izquierdo, denota un punto racional y por tanto asume un rol de persona combatiente.
Podríamos concluir que están juntas físicamente y, al mismo tiempo, muy separadas emocionalmente. Fotografía que resume la situación de la política actual.