Marrakech con futuro
Ahora más que nunca hay que ir a Marrakech. No por el morbo de ver los destrozos producidos en la parte más antigua de la medina, en el barrio judío, que han causado la muerte de 13 de los más de 2.000 fallecidos en la región, sino porque la mayor parte de la hermosa ciudad roja sigue igual, el aeropuerto y los hoteles funcionan porque sus estructuras están construidas para aguantar seísmos y el servicio profesional atiende a los visitantes.
Por supuesto que hay que ser precavidos y la experiencia de sufrir un terremoto en tus carnes es traumática, pero en estos momentos en los que el pueblo marroquí necesita la ayuda internacional para afrontar la tragedia hay que señalar que los puntos más afectados están en los pueblos de las provincias de Al Haouz, con más de 1.200 muertos, y Taroudant, con casi 500.
Estas zonas en el Atlas y Marruecos en general sufrirían otro terremoto, en este caso económico y social, si cundiera el pánico y el turismo dejara de visitar este país del norte de África con lugares mágicos y únicos. Puede que resulte un tanto prematuro mirar el futuro cuando el presente exige volcarse con la ayuda a las víctimas, desescombrar, pasar las noches siguientes conciliando el sueño a duras penas y optando por un parque o una plaza al aire libre mejor que dentro de una casa o edificio, pero ese presente quedaría gravemente hipotecado si no se supera lo antes posible el miedo a otro temblor y si se extiende por el mundo.
El golpe de la naturaleza es muy duro, pero en este mundo sin apenas tregua hay que pensar sobre la marcha en el mañana más próximo y medir lo mejor posible el nivel de alarma que transmitimos. Miles de personas visitan Marruecos cada día. Marrakech es la joya turística por su plaza Jemaa el Fnaa, la torre Koutoubia, sus hoteles extraordinarios y su color característico en todos los edificios de la ciudad.
Ahora empezaba a ser un centro de celebración de congresos con la construcción de varios hoteles en una zona nueva. En octubre está programada la celebración en Marrakech de las reuniones de este año del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional y de una cumbre internacional sobre petróleo y gas, entro otras citas relevantes.
En estos momentos, los efectos más graves por la furia del terremoto se concentran en las aldeas al borde de las montañas del Atlas. Tras la covid se estaba recuperando el turismo y la actividad de una economía que ha modernizado un país clave para España y la Unión Europea. Es duro, pero tras lamentar los daños enormes y ayudar a las víctimas hay que pensar en seguir adelante.