Un genocidio

Razón tenía un observador como Carlos Iaquinandi cuando escribió: «Gaza no es una guerra, es un genocidio». Desde el horrible ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre, la respuesta de Netanyahu ha sido un castigo colectivo a la población de la franja, una venganza evidente en su desproporción.

La matanza de miles de civiles, muchos de ellos niños, la justifica como defensa propia. Incluye ataques a hospitales y a personas que hacen cola en un reparto de comida, siempre culpando a Hamás. Es cierto que es un grupo terrorista, pero el terrorismo que practica el brutal dirigente israelí no tiene disculpas.

Empujando a dos millones de habitantes de Gaza a desplazarse de un lado para otro y bombardeando sus casas conseguirá la destrucción, pero no la paz.

Temas: