Odio y amor

Desde una muerte silenciosa por violencia de género a otra estruendosa en combate, hay un factor común que las produce: el odio irracional. Gustave Thibon, campesino y filósofo francés, escribió: «Cuando odias y afrentas a tu hermano, ¿no piensas en que no eres más que uno con él? Al agredirle, lo que haces es cortar la arteria que os une y alimenta a ambos. Das muerte a Dios entre vosotros, y juntos os desangráis. La víctima se vacía de su sangre y el asesino de su alma».

Una enemistad personal, o una guerra entre países (y aquí pensemos en ejemplos actuales), pueden durar años y su destino es la muerte. En cambio el amor verdadero tiene sed de eternidad. Gabriel Marcel lo dijo con frase poética: «Amar a un ser es poder decirle: tu no morirás».

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