Mn. Xavier Fort

Einstein dijo: «Si quieres conocer a una persona, no la escuches, mira su comportamiento».

A Mn. Xavier Fort se le escuchaba con gusto, porque incluso en sus homilías deslizaba simpatía; pero era su comportamiento lo que impresionó a cuantos le trataron: alumnos del Sant Pau, parroquianos del Serrallo o miles de enfermos del Joan XXIII. Médico de cuerpos y almas, aparecía con su bata blanca por las habitaciones y se desvivía por todos. Una enfermera cuenta que les decía: llamadme para cualquier servicio a cualquier hora.

Estuvo al borde de la muerte al sufrir la brutal agresión de un joven al que ayudaba, y al ser contagiado del Covid-19, incapaz como era de confinarse si alguien lo necesitaba. Decimos que Mn. Fort ha muerto, pero vivirá para siempre.

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