Homenaje sorpresa

Un día en Barcelona Josep Gomis levantó la mano para coger un taxi. El conductor no quiso cobrarle la carrera y le explicó que cuando era Conseller pidió verle, le recibió y le resolvió un problema de su hijo.

Ayer las probabilidades de que se encontrara con agradecidos eran mucho mayores. Cientos de usuarios de la Fundació Onada, que él presidió muchos años, le habían preparado un homenaje-sorpresa, con tal discreción que incluso sus amigos no sabíamos del todo a que íbamos, solo que estaría él y podríamos aplaudirle. Quien me avisó dijo que se presentaba un libro de cocina.

Lo cocinado era otra cosa: un espléndido vídeo reproduciendo láminas primorosamente dibujadas por Rosalia Ciuró sobre paisajes y pensamientos de la vida de Gomis. ¡Emocionante!

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