Con los brazos abiertos

Tarragona ha recibido al Open Arms con los brazos abiertos para no ser menos que el nombre de este barco de medio siglo de edad, que comenzó de remolcador en el puerto de Bilbao para emprender después otras aventuras, como ayudar en el caso del Prestige y, sobre todo, con su vocación última de salvamento humanitario.

El visionario de este objetivo fue Òscar Camps, que contagió su entusiasmo a un equipo profesional de marinos y atrajo a voluntarios para el rescate en el Mediterráneo de personas que tratan de llegar a Europa, empujadas por la guerra, la persecución o la pobreza.

Rubén Viñuales firmó con su ONG una ayuda del todo necesaria. Con la presencia del buque estos días en el Moll de Costa se estrecha una admiración que ya es amistad.

Temas: