Bañarse en el río

La alcaldesa de París, Ana Hidalgo, se ha bañado en el Sena para garantizar que es un río limpio, apto para la natación en los Juegos Olímpicos.

Sin que el Támesis reuniera condiciones de salubridad, en él se bañó Joan Gaspart, vicepresidente del Barça, en 1992, cumpliendo la promesa que hizo en TV3 de echarse al río si ganaba en Wembley su primera Champions. Eso sí, al regresar al hotel se metió en la bañera con agua y alcohol para desinfectarse. Tras lograr similar trofeo en Roma, en 2009, intentó lo mismo en la Fontana de Trevi, pero le disuadió la presencia policial.

Todo ello es suficiente para ver la relación de los trofeos con los ríos. Aunque a Lluís Fàbregas, si el Nàstic subiera a Segunda, le sería difícil bañarse en el Francolí.

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