Admiración por los millonarios

Al menos desde los tiempos de Charlot, los pobres maltratados por la vida despiertan más simpatía que los ricachones. Pero un estudio de la universidad de Ohio matiza así estos sentimientos: a la gente le desagradan en general las personas ricas, sin embargo admiran a los multimillonarios individuales. Piensa que deben ser inteligentes y trabajadores.

Así se explicaría que más de 72 millones de americanos hicieran una buena valoración de Donald Trump quien, por cierto, pasó la noche de su triunfo electoral teniendo como invitado a Elon Musk, el hombre más rico del mundo. Será por aquello que dice el viejo refrán: «Dios los cría y ellos se juntan», aludiendo a la tendencia que tienen a asociarse las personas con características similares.

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